Cuando nuestra cabeza vuela, no hay poder humano que la haga aterrizar inmediatamente. Nuestro cerebro, casi como el universo, vive en constante expansión y la imaginación todavía no conoce de límites o fronteras que la encierre.
La creatividad mucho tiene que ver con la ciencia y viceversa, en este sentido, recordamos cuando el escritor y divulgador científico, Isaac Asimov, dijo que “la frase más excitante que se puede oír en ciencia, la que anuncia nuevos descubrimientos, no es ‘eureka’, sino ‘eso es divertido’...”
Asimismo, cuando somos testigos ante lo inexplicable, o al menos de primer momento, no es raro que nuestra cabeza comience a crear un montón de teorías alrededor del suceso para explicar lo que está pasando. Casi siempre nos orillamos a la lógica y el sentido de las cosas, si en la noche escuchamos un ruido anormal, es común que busquemos una explicación racional antes de pensar en un fantasma, con tal de tranquilizarnos.
Sin embargo, también es verdad que nuestro pensamiento mágico y todo lo que consumimos a diario en el mundo, nos lleva por territorios inhóspitos que ni nosotros sabíamos que existían en nuestra imaginación.
No por nada, cada vez es más común que las teorías de conspiración estén a la orden del día y es que cuando uno se detiene a pensarlas, quizá no parecen tan descabelladas, o no todas. Al respecto, en un reportaje de la BBC, Kate Starbird, profesora de la Universidad de Washington, especializada en la reacción de las redes sociales a las crisis, afirma que
“Nos resulta más fácil aceptar una teoría de la conspiración en la que alguien maneja los hilos porque la realidad… la realidad es mucho más caótica y azarosa, y es muy difícil asumir algo así. El proceso de buscarle el sentido a algo, el proceso natural, queda secuestrado por personas que de alguna manera quieren tener esa otra conversación. Y lo hacen por diferentes motivos”.
El agujero negro que nadie se explica en el mar
En los últimos días se ha viralizado una imagen misteriosa que, a simple vista, pareciera tratarse de un agujero negro en medio del océano, algo que en las redes han comparado con la propia isla de la famosa serie Lost.
A estas alturas, todos, o casi todos, hemos recurrido a Google Maps para localizarnos en el mundo y llegar de un sitio a otro, pero también hay quienes se interesan todavía un poco más por la geografía y las posibilidades de la aplicación, sobre todo de la vista satelital, y se dedican a buscar misterios por el mundo sin salir de casa.
De esta manera, recientemente se hizo viral la fotografía satelital tomada por Google Maps sobre una misteriosa isla al noreste de Australia. La fotografía se asemeja a un agujero negro, y si bien, todos sabemos que estos sólo existen en lugares a miles de años luz de nuestro planeta, esta isla ha dado mucho de qué hablar y pensar.
La sospecha se ha levantado porque en el centro se mira demasiado oscuro, igualmente, con distintas olas que chocan contra la misma y sin nada a su alrededor. Estas primeras sospechas sobre el color de este extraño islote se han querido resolver pensando que es la aplicación la que ha censurado la imagen por alguna razón, aunque también se piensa que la explicación puede tratarse únicamente de un bosque frondoso que oscurece la visión satelital.
No es la primera vez que, de ser el caso, Google ha censurado imágenes para no revelar cierta información confidencial como lo pueden ser bases militares. Ahora, esta isla llega a formarse en la fila de las nuevas curiosidades posiblemente censuradas por la aplicación universal de mapas.
Por otra parte, se sabe que se trata de una isla que lleva por nombre Vostok, un lugar que fue descubierto por el explorador ruso Fabian Gottlieb von Bellingshausen en 1820 y es parte de las Islas de la Línea, pertenecientes a la República de Kiribati, país peninsular al noreste de Australia.
No es la primera vez que los internautas han encontrado extrañezas en el mapa de Google, ahora te contamos de algunos casos sorprendentes que incluso han llevado a resolver misterios policiales.
El automóvil sumergido
Se trata de un caso de desaparición que la policía llevaba investigando más de 20 años. Fue en 2019 cuando gracias a la imagen de Google Earth se descubrió un automóvil sumergido en el agua, al sacarlo se identificó el cuerpo de William Moldt, de 40 años, quien había desaparecido en Lantana, Florida en 1997. La foto estuvo online desde 2007, pero hasta el 19 fue que se hizo viral y se comenzó a investigar sobre el caso.
Escultura por un gánster
Hablamos de una obra de arte creada por el gángster escocés Jimmy Boyle, quien se convirtió en un artista después de ser condenado a cadena perpetua en 1967 tras matar a un miembro del hampa: William “Babs” Rooney. Después de cumplir 14 años de condena y cuando aún seguía tras las rejas, diseñó la escultura de 30 metros que se encuentra en Hunsters Hall de Craigmillar, Escocia.
Islas Spratly
El archipiélago de 100 arrecifes e islotes, está ubicado en el mar de China Meridional, pero también se encuentra en disputa territorial, pues China, Taiwán, Vietnam, Malasia, Filipinas y Brunéi lo reclaman para sí mismos. Quizá por esa razón, Google ha decidido eliminar las imágenes de todas estas islas.
Isla Jeanette
Se trata de otro caso de islas en el que Google Maps ha decidido no mostrar la imagen y en cambio poner una mancha negra en medio del mar, si haces zoom aparece una zona copiada y pegada, entonces nos preguntamos, ¿error o parche apropósito? Está isla es la isla más oriental del grupo de las islas De Long del archipiélago de las islas de Nueva Siberia en el mar de Siberia Oriental.
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