Cómo mexicanos, cuando pensamos en la escena de una familia sentada alrededor de una mesa en temporada de invierno, a punto de cenar, inmediatamente podemos imaginarnos que se trata de una escena decembrina. Desde una simple posada, hasta la grandilocuente y acogedora cena navideña. Sin embargo, ¿qué pasa si a esa escena le colocamos un pavo al centro del comedor?
Desde los clichés que las imágenes de la televisión y el entretenimiento estadounidense ha dejado, hasta las tradiciones que cobran vida por sí mismas en ciertas familias. No por nada, al enfrentarnos con esa postal, sólo hay casi una respuesta a pensar, con un margen de error bastante estrecho: Thanksgiving Day, o el Día de Acción de Gracias.
La cercanía de Estados Unidos es el principal factor a este hecho. Para bien o para mal, no es el único ejemplo que nos delata como el país que lucha por convertirse, o al menos parecerse, a este. Es decir, hablamos del país vecino, y que da la casualidad que es la primera potencia mundial, por lo que querer ser como ellos es casi un instinto de: ¿supervivencia?
Del origen y su llegada a México
Sin embargo, antes de caer en la infinita espiral de debate político y sus matices discursivos, hablemos de cómo nació esta tradición y cómo es que se ha convertido en una que miles de mexicanos celebran con el mismo entusiasmo y devoción.
Cuando nos referimos al Thanksgiving Day, en realidad hablamos de una tradición que se celebra en distintas partes del mundo, pero con distintos nombres, ya que cada cultura le ha dado su propio reconocimiento según sus creencias e idiosincrasia.
En Estados Unidos la tradición comenzó a vivirse desde 1621, cuando los colonos de Plymouth (ahora Massachusetts), compartieron sus alimentos con los indios Wampanoag. Esto con el propósito de que celebraran de manera conjunta las cosechas de otoño, como igualmente, para agradecerles las enseñanzas de cultivo y caza.
Sin embargo, no se convirtió en una celebración “oficial” hasta 1863, cuando el presidente estadounidense, Abraham Lincon, declaró el Thanksgiving como día festivo nacional. A pesar de los esfuerzos por conmemorar la fecha, no fue sino hasta 1941, que el presidente Franklin D. Roosevelt, proclamó de manera legislativamente oficial en el Congreso de Estados Unidos el Día de Acción de Gracias.
Al igual que ha sucedido con un sinfín de tradiciones estadounidenses, México no tardó en adoptar esta celebración. Principalmente por su cercanía, pero más que nada por motivos migratorios es que esto sucedió. Es decir, se trata del resultado de los estadounidenses que llegaron a vivir a nuestro país, y los mexicanos que vivieron en Estados Unidos. Aunque aún se trata de una festividad un tanto aislada de nuestras fuertes tradiciones mexicanas, que celebran todavía pocas familias mexicanas, no deja de estar presente en nuestra cultura.
Curiosidades sobre la fecha
¿Por qué un pavo es el personaje principal de esta fiesta? En realidad no existe una respuesta concreta, pues no hay evidencias concretas que respalden ninguna teoría. Sin embargo, sí hay factores que nos hacen pensar en la respuesta.
La que más nos da una idea, es que la razón puede estar dada por el tamaño del animal, que alcanza para alimentar una familia numerosa. Esto, pensando en que su cría se hizo muy popular por estar destinada sólo a su consumo. No como en el caso de las gallinas o las vacas, que proporcionan leche y huevo, por lo que hay que darle cuidados más a detalle.
Otro dato curioso es que, la fiesta se ha convertido en algo tan popular e importante, que la empresa Butterball ofrece una línea de llamadas telefónicas en Canadá y Estados Unidos en la que te indican cómo se debe cocinar el plato para ese día. Su nombre es Turkey-Talk y se ha mantenido desde 1981.
El siguiente dato no es de extrañarse, pues hablamos de Estados Unidos y la cultura más consumista que hasta ahora existe (esto sin dejar a nadie por debajo de los estándares). Y es que en este día, se consumen cerca de 46 millones de pavos en cada Día de Acción de Gracias en todo el país vecino. De hecho, California es el Estado con mayor consumo.
Por otra parte, en Canadá también tiene su propia celebración con el mismo nombre, pero se trata de una mucho más antigua. Pues se considera que el primer Día de Acción de Gracias canadiense se celebró en el año 1578, como parte de un ritual de agradecimiento de parte de Frobisher (marino inglés que hizo tres viajes al Ártico para buscar el Paso del Noroeste) a Dios por la buenaventura de sus viajes en zonas árticas.
Por último, y como recordatorio, esta celebración se lleva a cabo cada cuarto jueves de noviembre. Así que prepara tus mejores recetas y anímate a ser parte de una tradición que, más allá de la carga histórica, política y hasta religiosa que pueda llevar, no está demás dedicar una cena a la gratitud de poder tener una cena en nuestras mesas. O si lo prefieres, sólo disfruta de un jueves más, pero ahora con más datos sobre este evento tan popular.
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