Revolución de la voz femenina y el neoperreo

Entretenimiento Calendario 22 ago 2019 Paulina Martínez

 

Perreamos mientras nos revolucionamos

 

Desde los barrios iberoamericanos, llega una versión remasterizada del pop, un pop para perrear. Con una visión simple, sin pretensiones, pero divertida, nace el neoperreo. Este nuevo género vio la luz en la computadora de Tomasa del Real, famosa tatuadora chilena, que en sus ratos libres se dedicó a improvisar con ritmos reguetoneros y sintetizadores para crear, casi por accidente, el nuevo género musical del neoperreo. 

Influenciado por la era digital y las grandes fiestas reguetoneras, en las que los perreos eran los protagonistas de las pistas de baile, surge la idea de crear un nuevo género que no fuera precisamente reguetón, pero que de igual forma pudieras perrear. La frivolidad con la que se ha encasillado al género del reguetón como uno marginado, escuchado únicamente por sectores desafortunados económicamente ha cambiado radicalmente.

Aunque algo es muy cierto, muchos siguen negando, en la mayoría de los casos, su gusto por el perreo. Pero seamos honestos, estamos en 2019, y la generación millennial, en su mayoría, hemos vivido toda la evolución del género. Desde escuchar por primera vez a su máximo representante, el puertorriqueño Daddy Yankee, y no entender qué sucedía ni por qué toda esa música tenía que ser tan “obscena” en todos los sentidos, hasta idolatrar a Maluma y diversos exponentes en la escena del género. Piensa en Bad Bunny, quien ha sido un personaje completamente multifacético que nos ha dado mucho de qué hablar y en qué pensar. Desde romper los esquemas de una masculinidad convencional, hasta detener toda su gira en Europa para ir a defender a su país. 

“La gente es muy hipócrita. Critica mucho el reguetón, dicen que es música sexual, que es música violenta, que los niños no pueden escuchar eso, pero en realidad lo que tienen es recelo”, dijo a Efe Ms Nina

El reguetón se está convirtiendo en un género contracultural con más de una cara, ya no se trata de ver quién tiene la letra más misógina, ni a los cantantes más canónicamente guapos. La revolución del género ha dado mucho de qué hablar, y no es otra cosa más que un reflejo del momento que estamos viviendo. Millennials y centennials apostamos por un cambio sincero, no queremos la revolución a medias, no queremos llegar a los controles de mando. Ya entendimos que lo que tenemos que hacer es bajarnos por completo de este tren, y generar otro medio horizontal en el que ningún grupo quede marginado ni vulnerable. 

 

 

Pero ¿qué tienen que ver los movimientos sociales con el perreo? Pues sí, nosotros queremos la revolución, pero también queremos seguir perreando y divertirnos. Estamos en la incertidumbre, el futuro es tan ambiguo, que ni siquiera sabemos si habrá uno. Así que, ok, sí queremos un cambio social, pero tampoco queremos perdernos la juventud luchando. Por ahí hay un lema, entre las consignas del movimiento feminista, que queda bastante para entender mejor de qué se trata esto: “Si no puedo perrear, no es mi revolución”. 

Otra exponente del género, Jorgelina Andre, o mejor conocida como Ms Nina, ilustra a la perfección el tema. Nacida en Argentina, y residente en Madrid, esta mujer se ha empeñado en componer perreo para estas nuevas generaciones con una visión bastante comprometida con su lucha social. 

“Mi música es feminista, divertida, libre, porque digo lo que quiero, y un poco cani [más o menos “cargado”, N. de la R.]”, asegura Ms Nina para una entrevista con Efe

 

 

“Ellas son las que construyen el discurso ideológico del reggeatón del futuro”, afirma la crítica

Ahora son ellas, las mujeres, quienes toman los micrófonos para subirse a los escenarios y ser las protagonistas de su propio perreo. Ya no más una figura que queda como adorno, con minifalda perreando para ser libremente cosificada. Estas mujeres han aprovechado esta típica figura para sacarle provecho y revelar su propia versión de ellas mismas y su perreo. 

Sin ninguna pretensión moralina, ni mucho menos, el neoperreo simplemente ha llegado para diversificar y darle espacio a la voz femenina dentro de un género que, hasta hace poco, había sido protagonizado por los hombres. Además, aprovechando el boom que ha tenido el género en los últimos años, esta versión popera del perreo lo coloca en un foco completamente distinto, en cuestiones musicales y mercadólogas.

 

 

Sin duda, toda esta evolución musical y cambio de perspectiva hacia este género musical verdaderamente despreciado en sus inicios, se debe al internet. Gracias a la democratización del internet, se ha dado, poco a poco, la visibilización a las minorías, como, en este caso, a la comunidad latina. 

El origen del reguetón surgió muy similar al neoperreo, en barrios marginados en los que la música urbana era un escape o una manera de diluir la realidad. Ahora, la industria musical lo ha manipulado y explotado demasiado, pero no por eso es malo. Por eso no cabe duda que pueda sucederle lo mismo al neoperreo. Pero piénsalo, ahora está sucediendo con una sensibilidad más arraigada a una lucha feminista, y con una perspectiva enteramente diferente a lo que sucedía anteriormente. 

Mientras esto llega a las masas, las mujeres que han dignificado a este género musical siguen perreando y disfrutando de este, que antes que nada, está creado para bailar y no pensar tanto. 

 

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