No es ningún secreto que trabajar largas horas puede cobrar una factura muy costosa a tu salud, debido a que es mayor el riesgo de sufrir de enfermedades cardiovasculares o presión arterial alta, entre muchas otras enfermedades. Lo pasamos por alto y en ocasiones pensamos que “unas vacaciones solucionarían el problema”. Incluso en ocasiones puede afectar nuestra energía y así pensamos: “el fin de semana me recupero”.
El problema va más allá. El estrés en el trabajo puede frustrar los nervios, mantenerte despierto durante la noche, no ayudarte a concentrarte, además de poder exacerbar factores para sufrir depresión y prácticamente vivir infeliz.
Los casos antes mencionados son algunos síntomas descriptivos de que un trabajador sufre de estrés; sin embargo, un estudio sugiere que se puede lograr observando la manera en cómo una persona teclea o mueve el mouse.
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Quienes sufren estrés a menudo no se dan cuenta de que sus recursos físicos y mentales disminuyendo hasta que es demasiado tarde. Para llegar a todas estas conclusiones, los investigadores del Instituto Federal Suizo de Tecnología (ETH) en Zúrich observaron a 90 participantes en el laboratorio realizando tareas de oficina cercanas a la realidad, tales como planificar citas o registrar y analizar datos.
Luego registraron el comportamiento del mouse y el teclado de los participantes, así como sus frecuencias cardiacas y monitoreaban cuán estresados se sentían los participantes.
En la investigación publicada por Journal of Biomedical Informatics las personas que están estresadas mueven el puntero del mouse con más frecuencia y poca precisión y, además, recorren distancias más largas en la pantalla. Por otro lado, las personas que están relajadas usan el ratón con desplazamientos más cortos y directos para llegar a su destino en la pantalla y, también, se toman más tiempo en hacerlo.
En relación al uso del teclado, las personas que están bajo el control del estrés en la oficina comenten más errores al escribir, lo hacen con muchas pausas breves, mientras que quienes están relajados escriben con menos pausas, pero más largas.
Según la investigación, la conexión entre el estrés y el comportamiento al teclear y usar el mouse puede explicarse con la “teoría del ruido neuromotor”.
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“El aumento de los niveles de estrés repercute negativamente en la capacidad de nuestro cerebro para procesar información. Esto también afecta a nuestras habilidades motoras”, explicó la coautora del estudio, Jasmine Kerr.
El equipo sigue probando este modelo en una oficina real, donde registran el comportamiento de los voluntarios con el mouse y el teclado, además de sus datos cardiacos en la aplicación que periódicamente consulta los niveles subjetivos de estrés para llegar a nuevas conclusiones.
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