Como sucedió 16 años antes, la divina reinvención del futbol fue inspirada en México por otro de los más grandes exponentes de todos los tiempos, Diego Armando Maradona.  

Ahora nos situamos en el año de 1986, curiosamente y de nueva cuenta un 31 de mayo y otra vez el Estadio Azteca marcaría la historia de nuestro país. Muchas cosas habían cambiado de aquella Copa del Mundo de 1970, pero la cita mundialista celebrada hace 34 años, también es recordada por la gran exhibición futbolística, las grandes figuras que se dieron cita y la consagración de otra leyenda del balompié mundial, el argentino Maradona. 

No podemos pasar por alto que el Mundial del 86 originalmente no iba a desarrollarse en México, la sede mundialista que había sido escogida para esa fecha fue Colombia. El país sudamericano había sido elegido hogar del Mundial de aquel año por la FIFA desde 1974, pero con el pasar de los años las posibilidades colombianas de desarrollar el evento se fueron complicando. Debido a que la FIFA estableció una serie de exigencias en cuanto a estadios, aeropuertos y medios de comunicación, no fue posible a Colombia albergar aquella justa deportiva. La nueva sede se disputó entre Canadá, Brasil, Estados Unidos y México. Como ya lo sabemos, México terminó siendo el elegido como nueva sede y se convirtió en el primer país en albergar el certamen mundialista en dos ocasiones en menos de 20 años. 

La fiesta futbolística estuvo a nada de que se cancelara, ya que el destino nos tenía preparada una nueva sorpresa. La mañana del 19 de septiembre de 1985, apenas ocho meses antes de que el Mundial diera inicio, la Ciudad de México sufrió un terrible terremoto de 8.1 grados Richter, el cual lamentablemente provocó muerte, caos y ocasionó daños importantes, por lo que el Mundial estuvo en duda.  

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Bajo el lema “México está de pie”, millones de mexicanos se levantaron primero para ayudar a sus hermanos y después para celebrar la Copa Mundial. La infraestructura futbolística se mantuvo de pie y sin daños, por lo cual el evento pudo desarrollarse. La afición mexicana puso buen rostro a la difícil situación enamorando a los aficionados de todo el mundo con ese inigualable carácter alegre y festivo. 

Uno de los momentos que marcaron al Mundial y que más recuerda la afición mexicana fue el golazo que marcó Manuel Negrete ante el combinado de Bulgaria en los octavos de final, donde México se impuso por dos goles. Y no lo digo yo, este gol fue elegido en 2018 por la FIFA como el gol más bello que se ha dado en la historia de los mundiales.  

Pero no fue el único, el 22 de junio Maradona regaló al mundo el más grandioso gol de la historia, aunque ese día también marcó el más polémico tanto jamás anotado, durante el duelo entre Argentina e Inglaterra. Al minuto 51 Maradona dentro del área rival saltó para rematar de cabeza frente al portero inglés Peter Shilton que inútilmente buscó el balón que el argentino había conectado con el puño izquierdo en dirección a las redes. El abanderado búlgaro Bogdan Dotschev no lo vio, no marcó nada y el árbitro tunecino Ali Bennaceur dio por bueno el gol que Maradona bautizó como la “Mano de Dios”. Levantar una Copa del Mundo en manos de Maradona no sería plano, gris, sino todo lo contrario. Minutos más tarde, Maradona desquitaría la polémica marcando el que, para muchos, casi todos, fue el mejor gol del siglo en la historia del futbol. En una “corrida memorable”, Maradona dejó en el camino a todos los ingleses que enfrentó desde el medio campo. Un gol difícil de describir, el cual sólo se puede disfrutar en sus repeticiones.  

De inmediato se generaron las incómodas comparaciones con Pelé, pero el mismo capitán argentino esquivo las dudas: “Pelé es Pelé, yo soy Maradona”. 

Han transcurrido 34 años, sin embargo, las hazañas protagonizadas por Maradona en dicha justa mundialista permanecen en la mente de todos los aficionados. Después de aquel día 

Maradona y la Selección Argentina tuvieron paso firme hasta la cima del futbol mundial pero esa fue la última vez que lograron el título.

Como lo hizo Pelé en 1970, en la Copa del Mundo México 86 el “10” argentino encontró la magia que lo consagró como uno de los mejores futbolistas que han existido, inmortalizando con goles memorables. 

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Foto: Wikimedia.