Nos encontramos a inicios del año. A ver, ¿qué propósitos de Año Nuevo vas a cumpli… Ah verdad, igual y ya hoy 5 de enero ni te acordabas de todas esas promesas.
Está bien, en favor de tu paz mental no mencionaremos ese fastidioso tema, ya que nuestra intención no es atormentarte.
Por el contrario, mejor pasemos a temas más agradables ya que este 2021 está por ver el comienzo de grandes conciertos, al menos en una faceta online e inmersiva.
El 2021 viene con toda la intención de hacerte bailar y cantar más que el año pasado y para prueba de ello enero le da la bienvenida a sendos conciertos online, que empiezan a llover desde todos los destinos.
Para que vayas organizando tu agenda –y preparando tu cartera– te hablamos de uno de los eventos más esperados al inicio de este año, para comenzar de la mejor manera. Se trata del regreso a los escenarios de Enrique Bunbury y la primera vez que se presenta de manera virtual. Poco o nada se puede decir que no se sepa del cantante zaragozano. Este músico español es probablemente uno de los más importantes en las últimas décadas, no sólo por su legado con Héroes del Silencio, sino por su trabajo como solista y claro, por su inconfundible voz y personalidad.
Cada presentación que realiza en diversos puntos de nuestro país es un lleno total. El músico es admirado por sus seguidores mexicanos y es uno de sus favoritos, un rasgo atractivo de alguien que ha recorrido el mundo.
Hablar de Bunbury es hablar de una auténtica leyenda con un sinnúmero de seguidores, que igual existe una gran cantidad de personas que lo critican. Sin duda es un tipo controversial, extravagante, pero sobre todo camaleónico.
Desde sus inicios, el rock que se canta en español ha tenido situaciones adversas que lo han convertido en una memoria viva de rebeldía y de las generaciones que han habitado sus épocas, entre dictaduras, marginalidad, violencia, corrupción, pobreza y desesperanza, entre otros temas álgidos, pero también de los momentos cálidos y las características positivos de nuestros entornos. Sus artífices a veces han enriquecido el lenguaje escrito de nuestro rock, y quizá por ello es que en las últimas tres décadas figuras como Saúl Hernández, Fito Páez, Andrea Echeverri, Gustavo Cerati (1959-2014), Andrés Calamaro, Enrique Bunbury y los pronto septuagenarios Charly García y Álex Lora, entre otros, se han convertido el narradores, poetas y ensayistas de nuestra historia y emociones.
Sin embargo, no se ha salvado de la polémica. La originalidad de las canciones del músico y cantante ha sido cuestionada por el escritor y periodista Fernando Val, quien publicó publicó el libro El Método Bunbury en el que señala que el exvocalista de Héroes del Silencio usa fragmentos de poetas y escritores en sus composiciones sin otorgarles el crédito correspondiente, avivando la llama que ha perseguido al cantante durante años. En 2007 Val ya había publicado un reportaje al respecto, desatando pasiones entre propios y extraños, entre sus múltiples seguidores y sus detractores que han aprovechado para señalar al artista.
Amado Nervo, Frida Kahlo, Leonard Cohen, Mario Benedetti, Charles Bukowski, Haruki Murakami, Fernando Arrabal, Felipe Benítez Reyes y Nicanor Parra son solo algunos de los artistas supuestamente plagiados por Bunbury. La idea de la investigación le llegó a Val cuando era adolescente. Escuchaba regularmente los discos de Héroes del Silencio y un amigo suyo le comentó que había escuchado algunos versos de Geografía de Mario Benedetti en canciones de Enrique Bunbury. A partir de ahí, comenzó a recopilar las frases que encontraba tanto en el trabajo del músico como en obras literarias y más de dos décadas después, finalmente presenta el libro en el que reúne las evidencias que demuestran el polémico proceso de plagio del cantante.
Después de un trabajo periodístico de alrededor de veinticinco años, Val exhibe los hallazgos que ha encontrado en una larga pesquisa, concluyendo que al menos treinta y siete canciones que Bunbury se adjudica, en realidad corresponden a fragmentos de obras literarias, incluso algunas con derechos de autor vigentes.
Al respecto, el manager del artista, Nacho Royo, calificó el libro como algo escrito “por alguien que ha dedicado tiempo a hacer daño” y aseguró que no se lo enviará a Enrique para no hacer daño y no participar de lo que llamó es un “aquelarre”.
Fernando del Val asegura que no escribió el libro para hacer daño o denunciar, sino que plantea una pregunta de qué tan lejos deben llegar los límites de la creación.
Por su parte el cantante ha estado eludiendo el tema en lo posible, aunque en septiembre dijo para el Periódico de Aragón, que los artistas recogen “frases de la calle, de los periódicos, de los bares y por supuesto de los poetas". A ellos se suma no solo la duda eterna de saber qué es la originalidad, sino también el hecho de que la música, una canción y/o narrativa sonora rítmica, es una conjunción de ideas, fragmentos, composición, música y maneras de traducir sentimientos en un pentagrama. Se suman letras e ídolos (construcciones en sí mismos) que complementan un resultado mayor que la suma individual de sus partes.
Incluso hay quienes aseguran que la poesía ni siquiera debe cantarse, porque la música es otro lenguaje, quizás el del bardo que transmite sabiduría por el conducto esencial y ritual del ritmo y las sensaciones invisibles que conforman la vida.
Bunbury regresa a los escenarios el próximo 23 de enero de 2021 a través de la plataforma eticket, en esta ocasión y por única vez, presentándose en un concierto virtual, para todo el mundo. Este concierto estará disponible online, donde Bunbury presentará en directo y por primera vez, sus últimos trabajos de 2020: “Posible” (lanzado en mayo pasado) y “Curso de levitación intensivo”.