Apple ha marcado el que seguramente sea el objetivo más ambicioso en su historia. ¿Un coche autónomo? ¿Un robot? ¿Un cohete espacial? No. Pero seguramente tenga más impacto que cualquiera de los anteriores. La compañía que dirige Tim Cook aspira a ser completamente neutra en carbono en tan solo 10 años.
Las grandes compañías de tecnología han establecido medidas y anunciado sus planes para reducir su huella de carbono; desde servidores más eficientes hasta productos con materiales reciclados. Apple quiere que esta medida sea absoluta, esto es, que sea efectiva en toda su cadena de negocio, desde la fabricación de productos, su distribución y el ciclo de vida de sus productos.
¿Qué quiere decir esto? Sabemos que esa es la primera pregunta que te debes estar haciendo. Cuando una empresa es carbono neutral quiere decir que cuenta con una huella de carbono cero. Esto último se refiere a la forma en que suelen medirse las emisiones de gases de efecto invernadero que una persona o compañía produce en sus procesos productivos. En el caso de Apple estos incluyen desde la energía que se usa en sus oficinas, sus fábricas e incluso la energía que requieren los dispositivos ya en manos del usuario.
Cabe mencionar que en 2015 la compañía alcanzó un pico máximo de emisiones: 38.4 millones de toneladas métricas. Desde ese año la huella de carbono se ha reducido en 35%. Entre las medidas se incluye un diseño de productos bajos en huella de carbono, como el utilizado en el MacBook Pro 16", un robot de reciclaje, eliminar completamente el plástico en su paquetería para 2025, una inversión de 100 millones de dólares en proyectos de aceleración de eficiencia energética y el compromiso con 70 nuevos proveedores de energía limpia.
De esta manera la compañía originaria de Cupertino, California, ha creado un plan de trabajo para que todos los proveedores y cadenas de montaje que trabajan para Apple dejen de utilizar huella de carbono, un plan a largo plazo que durará 10 años. A partir de 2030, todos los proveedores que actualmente trabajan o quieran seguir trabajando con Apple, no podrán obtener la energía del carbón.
Y para creer que el plan de Apple va en serio, te contamos de la última innovación en reciclaje de Apple, un robot que la compañía llama "Dave" (heredero de su primera versión, conocida como Liam), que desarma el Taptic Engine del iPhone, la cual se encarga de regular las vibraciones del dispositivo, para recuperar mejor los materiales clave, como los imanes, permitiendo a la vez la recuperación del acero.
Aunque ya habían conseguido que la huella de carbono de su operación administrativa y corporativa sea nula, el objetivo es que cada uno de los productos fabricados y vendidos por la compañía tenga un impacto medioambiental equivalente a cero.
Por el momento Apple no ha esbozado una posible fecha ni cuán avanzada está la posibilidad de que un teléfono de estas características se comercialice, pero considerando que hay dos robots dedicados a una minuciosa selección de micropartes, seguramente un iPhone 100% reciclado podría llegar pronto.
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