Aunque no seas estadounidense es posible que hayas escuchado más de una vez sobre el Black Friday, y todo lo que conlleva este evento para el que los ciudadanos de ese país esperan todo un año. Y es que entre las noticias de la cantidad de personas que acampan para comprar regalos navideños, los heridos que han dejado las estampidas y los míticos descuentos del 80% y 90%, han hecho de esta celebración algo conocido a nivel mundial.
Aquí en México tenemos nuestro propio Black Friday con el Buen Fin, pero poco a poco los minoristas en nuestro país han decidido utilizar esta estrategia para obtener grandes ganancias, por lo que poco a poco lo veremos más fuerte aquí.
Sea que conozcas esta festividad, te sientas atraído por las rebajas o por el morbo de los datos curiosos, hablaremos un poco de esas cuestiones raras que han sucedido en nombre de la compra de regalos navideños.
El origen del Black Friday
Es posible que los Viernes Negros los tengas en la mente como momentos oscuros para la economía de un país, y aunque el Black Friday es más bien lo opuesto por la cantidad de dinero que se moviliza en sólo un día, el inicio de esta festividad ya institucionalizada por el Estado estadounidense comenzó así.
Corría el año 1929, cuando la Bolsa se desplomaba y Estados Unidos afrontaba la década de los 30 como el periodo de mayor crisis económica vivido del siglo XX. Ante esta situación, miles de comerciantes se arruinaban por todo el país año tras año, pero todo cambió gracias a la idea de Fred Lazarus Jr., un comerciante de ascendencia judía que trabajaba en una tienda de Cincinnati, creador de los famosos almacenes Macy´s y verdadero inventor de las rebajas.
En plena crisis, por obvias razones, las tiendas se quedaban con muchas prendas y artículos sin vender, por ello Lazarus pensó disminuir el precio de sus artículos para darles salida, algo que seguimos usando hasta el día de hoy, ya que la idea es todo un éxito.
Fue tan exitosa, que Lazarus logró convencer al presidente de esos años, Franklin D. Roosevelt, para que adelantara una semana en el calendario la celebración del Día de Acción de Gracias, la pistola de inicio del periodo navideño, para así disponer de más días de ventas para Navidad. Como quien no quiere la cosa, fue que nació el Black Friday, último viernes del mes de noviembre, posterior al día de Acción de Gracias en Estados Unidos. Es decir, el día que se inauguran oficialmente las compras navideñas.
Al inicio no fue llamado “Black Friday” ya que las connotaciones son inmediatamente malas, pero fue un término que se popularizó por los policías de Filadelfia, el cual se refería al denso tráfico que se formaba en las calles después de las cenas de gracias. Sabiendo las repercusiones de marketing de un mal nombre, los comerciantes quisieron denominar ese día como “Viernes grande”, claramente el nombre no cuajó, por lo que le dieron una vuelta de tuerca positiva. El color negro hacía referencia a que tras las compras, los comercios volvían a números negros en vez de rojos, es decir, era benéfico.
A pesar de que empezó desde la década de los 30, como tal Black Friday no se convirtió en un término nacional (y eventualmente en mundial) hasta los años noventa, cuando estas ventas de liquidación comenzaron a pulular por todo el país. De hecho, hasta los años ochenta el término no salió de Filadelfia.
Black Friday, ¿el día de compras más importante del año?
En realidad no obtuvo esa designación hasta la década de los 2000, siendo ya un término nacional, aunque el Black Friday ya es una fecha importante, la mayoría de los estadounidenses prefieren postergar las cosas hasta el último momento. Lo que hizo que por mucho tiempo, el día de más ventas en el país era el sábado antes de Navidad.
Fue hasta 2001, que realmente el Black Friday se convirtió en el día de compras más importante del año.
La euforia sin límites
Tal vez en México no lo entendemos, ya que los descuentos del Buen Fin son significativos, pero no te dan una televisión de pantalla plana con el 90% de descuento. Pero si sabes que de todas formas vas a regalarle a tu familia un regalo, mejor hacerlo cuando es mucho más barato. Por ello, es que los ciudadanos van a acampar una noche antes para obtener los mejores regalos, pero en general, y para evitar accidentes las personas esperan en promedio tres horas en una fila para poder acceder a las tiendas.
Gracias a estos descuentos, las ventas en el Black Friday aumentan un 663%, y es que en promedio, cada ciudadano en Estados Unidos gasta 485 dólares. En términos de género, las mujeres gastan en promedio 300 dólares, mientras que los hombres gastan 600 dólares.
Aunque la afluencia en las tiendas ha bajado relativamente por las compras en línea, en 2019, 174 millones de personas compraron en el Black Friday.
¿Qué es lo que más se compra? En 2017, fue ropa y celulares, además del eterno mito de que es el mejor momento del año para adquirir una televisión.
El Black Friday en línea
Con las nuevas tecnologías y la inmediatez, claro que ha aumentado más el número de personas que prefieren quedarse en casa y comprar desde ahí. Para prueba, en 2019, Amazon vendió más de 200,000 juguetes durante las primeras cinco horas.
Además de los juguetes, que es uno de los primeros regalos que los adultos piensan para sus niños, los objetos más vendidos en 2018 fueron el altavoz inteligente Echo Dot, el test de ADN de AncestryDNA, el libro Mi historia de Michelle Obama, unos auriculares con cancelación de ruido de Bose, y el juego de mesa Jenga.
“Black Friday Death Count”
Claro, imaginar esa cantidad de personas eufóricas por un nuevo par de jeans es imposible no pensar en que más de uno ha sido lastimado en esta celebración. Por ello, es que desde 2006, la web Black Friday Death Count mantiene un contador de los incidentes acaecidos en este icónico día, hasta el año anterior el saldo queda en 12 muertos y 117 heridos.
Tal vez este año los saldos se mantengan igual porque la mayoría de las compras se realizarán en línea, pero es más que seguro que el Viernes Café continuará.
Los fontaneros también ganan
En Estados Unidos, desde hace algunos años, el gremio de fontaneros está popularizando un nuevo término para el viernes negro: Brown Friday. Y es que, al parecer, tienen un 50% más de trabajo que un viernes cualquiera. A pesar del adjetivo marrón, la explicación es menos escatológica de lo que cabría pensar, los avisos de emergencia tienen que ver con sumideros y trituradoras de basura atascadas. Los excesos del Día de Acción de Gracias tienen la culpa.
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