Cuando pensamos en la meditación, es muy probable que inmediatamente nos acose una sensación de que se trata de algo inalcanzable, como si quisiéramos llegar a la cima de la montaña más alta sin ninguna clase de equipo especializado. Pensamos que únicamente los grandes profesionales pueden lograrlo, y que incluso ellos corren el peligro de un día simplemente caer por el barranco. 

Sin sublimarlo tanto, en medio del caos del mundo, parece una idea inconcebible respirar y exhalar en total silencio. Sobre todo cuando nos advierten que para meditar debemos callar nuestros pensamientos. Al escuchar esto, uno piensa: ¿Soy verdaderamente capaz de poder aislar mi mente del mundo material que conocemos, para llevarlo a lo más profundo de mi conciencia?

Lo cierto es que aunque pareciera todo un idilio, se trata de algo más natural de lo que crees. Todos los seres humanos tenemos la capacidad intrínseca de poder meditar. Incluso, desde el momento en el que inhalamos oxígeno por primera vez en nuestras vidas, adquirimos esta habilidad. 

Meditar empieza siendo un ejercicio tan sencillo, que quizá no puedas creerte que casi todo el tiempo estamos entrando en constante meditación. El puro acto de respirar ya conlleva gran parte de esta práctica. Pero empecemos por lo primero, ¿qué significa meditar?

De acuerdo a su raíz etimológica, “meditación” viene del latín meditatio y significa "acción y efecto de pensar antes de actuar”. Esto deriva, según sus componentes léxicos, en meditari (considerar, meditar), más el sufijo -ción (acción y efecto). Podríamos decir que se trata de considerar y actuar, una acción y efecto, con un detenimiento de atención previo. 

Ahora, para ya no ponernos más técnicos, traigamos a la mente elementos de la filosofía budista. De acuerdo con estas creencias, meditar es la actividad que supone determinada predisposición para que el practicante se sitúe en la realidad y así aumentar su comprensión y sabiduría, que son esenciales para la erradicación del "dukkha", o sufrimiento en español. 

Por otra parte, las escrituras y líderes hinduistas, han señalado a la meditación como el retorno al ser interior, en el que habita la verdad suprema. 

Al tener las raíces etimológicas y un poco de lo que las creencias filosóficas han descrito, podríamos arribar en una definición más sencilla y menos “elevada”. Como por ejemplo, meditar es concentrarte en tu respiración para ayudar a que el ruido de tu cabeza se despeje, y así vislumbres más claridad en cuanto a tus pensamientos y decisiones en la vida.  

El asunto, es que aunque parece algo que sólo los grandes monjes o iluminados alcanzarán, por naturaleza el ser humano todo el tiempo se encuentra entrando y saliendo de meditación constante. La mera concentración al realizar una actividad, ya es meditar. Sin embargo, cuando le das un espacio a tu agenda para exclusivamente meditar y despejar la habitación de tu mente, los beneficios que trae consigo esta práctica son en mayor medida fructíferos. 

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Entre tanto, no te desanimes, meditar es una práctica realmente sencilla que, si te empeñas en practicar constantemente, irás viendo los beneficios de la misma y verás cómo con el tiempo podrás hacerlo mejor. Para ayudarte a iniciar en esto, te recomendamos tres de las mejores aplicaciones para lograrlo, porque claro, ya no necesitas ir a ninguna montaña lejana para aprender a hacerlo, ahora tienes la solución en la palma de tu mano, ¿o en tu mismo interior? Ya veremos. 

Headspace

Esta aplicación la creó un monje budista con el fin de ayudar a la humanidad a conectarse consigo mismos, incluso desde un dispositivo móvil. Inicialmente te da la oportunidad de hacer una prueba gratis, para que veas si te convence y ya después te da una cuota. Sin embargo, es de las más recomendadas en todos lo sitios para meditar. Está disponible para iOS y Android. 

Intimind

Con un enfoque un poco distinto, pero con la misma finalidad, esta app está hecha por un grupo de psicólogos expertos en mindfulness. A través de Intimind buscan que enfoques y aclares tu mente con solo 10 minutos al día, hasta que se convierta en hábito. 

Buddhify

Es de las apps más populares para lograr el objetivo. A través de sesiones para distintas circunstancias del día: despertar, comer, pasear, dormir, etc., te dan consejos para enfocar la mente y la respiración.