31 oct 2019
Tres ventajas de meditar para mejorar tu desempeño laboral
Últimamente hemos visto cómo las palabras meditación, yoga, paz interior, etc., se han ido propagando como lluvia torrencial en medio de un mundo en el que el ruido, los gritos, el estrés y la ansiedad son nuestros compañeros desde que abrimos los ojos al despertar, hasta que intentamos cerrarlos para dormir, a menos que el amigo insomnio nos traiga novedades. Si bien, este concepto se ha ido popularizando, la verdad es que muchas veces es malinterpretado. Dentro de la supuesta “gran felicidad” que ofrecen, pueden terminar por intimidarnos y mejor les damos la vuelta cada vez que los vemos de frente, en vez de detenernos a escucharlos.
Más allá de cualquier filosofía, doctrina o lo que se le parezca, la meditación es algo intrínseco en nuestro ser. La naturaleza humana ha sido un misterio desde que se comenzó a pensar en sus orígenes, propósitos y demás preguntas existenciales que nos han llevado hasta donde ahora nos encontramos: el clímax máximo de una civilización al borde de un ataque de pánico.
Desde su raíz etimológica, la palabra meditar significa pensar atenta y detenidamente sobre algo. Visto desde el modo más reduccionista y simple, intuimos que esto lo hacemos cada vez que requerimos enfocarnos específicamente a una tarea, ya sea a escribir un ensayo, cocinar una receta nueva, o cuando estamos aprendiendo algo. En fin, casi en cualquier actividad podríamos decir que podemos concentrarnos detenidamente en algo.
Esto significa que, ¿meditamos todo el tiempo? No te emociones tan rápido, la respuesta es que no. Podemos concentrarnos, pero seamos honestos, nuestra atención se dispersa muy rápidamente, por lo que esta práctica se vuelve cada vez más compleja. Desde un punto de vista más místico y espiritual, el acto de meditar surge en el oriente, específicamente en India, Asia y de ahí se recorre a distintas partes del continente. Hoy en día, la globalización ha hecho más por nosotros en este caso de lo que imaginamos, no por nada vemos esas palabras por doquier.
Aunque la práctica está bastante asociada con un concepto místico religioso, lo cierto es que no es así. En esencia, la meditación es una práctica natural que beneficia a tu cuerpo, estado mental y emocional, por lo que su popularización en realidad no es ninguna desventaja, ¿quién no necesita relajarse un poco?
Según los expertos, la meditación ha ayudado a miles de personas a mejorar su rendimiento laboral y con ello su humor. Ahora te contamos qué es lo que le ocurre a tu cuerpo exactamente al momento de realizar esta práctica. Sé parte de la tendencia, pero con información.
Reduce tu estrés
Empecemos por lo obvio, pero algo difícil de entender, ¿cómo es que un par de ejercicios de respiración podría relajarnos?
El estrés con el que vivimos diario ya sea mental o físico, o ambos, nos causa un importante aumento en nuestros niveles de cortisol. Esto nos provoca insomnio, aumento de peso, problemas con la piel, nos debilita el sistema inmune y puede llegar a causarnos serios desórdenes mentales en cuanto a la depresión y ansiedad.
De acuerdo con un estudio realizado en ocho semanas, un grupo de pacientes con altos niveles de estrés realizó un estilo de meditación llamado “meditación de atención plena” y al cabo del experimento redujeron sus niveles de cortisol en el cuerpo.
Ayuda con tu salud emocional
Los famosos diez segundos que nos obligamos a contar antes de explotar en realidad tienen una explicación, ¿por qué respirar nos tranquiliza? Mientras ejercemos la práctica de la meditación, principalmente nos enfocamos en la respiración hasta dejarla fluir de manera natural en la que dejamos entrar y salir el aire por largos periodos. De esta manera nuestra atención comienza a enfocarse en el exterior para terminar de concentrarse en el interior.
Un estudio realizado con 18 voluntarios que sufrían episodios de depresión prolongados, comenzaron la práctica de la meditación durante tres años y al término del experimento demostraron tener menos episodios depresivos. Lo que sucede en el cuerpo es que todas esas sustancias químicas inflamatorias, llamadas citocinas, que son liberadas cada vez que estamos ante un episodio de estrés afectan nuestro estado de ánimo. La meditación ayuda a disminuir estos químicos inflamatorios que pueden llevarnos a la depresión.
Cuando nuestro interior se siente cómodo, nuestro yo exterior lo refleja en cualquier área de nuestras vidas. Por lo que si te encuentras en un periodo gris emocional, es difícil que destaques en actividades como en la laboral. Por lo que, si estás sufriendo de algún problema emocional, más allá de recurrir a terapia, la meditación siempre será una buena ayuda que te dará más beneficios de los que esperas encontrar.
Ayuda a conservar la memoria
Es natural pensar que la meditación puede ayudarnos a no olvidar las cosas. Piensa en una habitación desordenada, en la que siempre es difícil encontrar lo más imprescindible como unas llaves, un día te propones a limpiarla y queda en perfecto orden y con limpieza. Ahora no tienes ningún problema para encontrar las llaves, puesto que todo está muchísimo más claro.
Lo mismo sucede con nuestra mente, todo el tiempo estamos siendo bombardeados por información externa de miles de cosas, pero al momento en el que decides hacer una limpieza y comenzar la práctica de la meditación, tu cerebro comienza a tener más enfoque y atención a los detalles que pueden pasar por desapercibidos con tanto ruido en el mundo.
Más allá de ser un trending topic aspiracional de una vida zen en la que podemos instagramear nuestras fotos en la postura de flor de loto (que no es la única forma, no todas son visibles), la meditación es una forma de vida que nos ayuda a mejorar en distintas áreas de nuestras vidas. Los beneficios son muchos y el esfuerzo en realidad sólo se basa en el compromiso con uno mismo. Así que no pongas más pretextos y comienza de una vez.
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