No hace mucho que el aceite de cártamo pasó de ser un ingrediente más, a esencial en el cuidado de nuestra piel. Sobre todo si tenemos piel grasa.
Desde sus usos ancestrales, como cuando en el antiguo Egipto lo usaban para tintar tejidos, hasta el cuidado personal, este aceite se extrae de la prensa fría de las semillas de la planta cártamo. Igualmente, este aceite se recomienda a un nivel alimenticio, ya que su cualidad más destacable es su ácido linoleico (omega 3) que le convierte en un importante antioxidante natural.
Dentro de sus nutrientes, también encontramos el ácido alfa-linolénico y el ácido oleico, los cuales se convierten en los ingredientes estrellas para luchar contra el envejecimiento de la piel. Igualmente, ingredientes comúnmente utilizados por la cosmética vienen dentro de sus propiedades, como son la niacinamida (vitamina B), el retinol (vitamina A) y la vitamina C.
Se trata de un aceite originario de Asia, mismo que utilizaban de manera medicinal para calmar las heridas y acelerar la cicatrización, pues tiene propiedades desinflamatorias y antibacterianas. En este sentido, este aceite evita infecciones y es ideal para aplicar a pieles sensibles, atópicas, con eccemas o incluso a quienes sufren de dermatitis.
Su papel en la cosmética
Al tratarse de un aceite que combate la edad, el país líder en la cosmética actual, Corea del Sur, ha prestado suficiente atención a este hecho y no lo ha dejado pasar por alto.
Sus beneficios radican en ser la alternativa a un tratamiento de la piel. Pues su intensa hidratación aporta, ayuda a acondicionar y nutrir nuestra dermis, dándole así una mayor suavidad.
Además, su uso prolongado reduce el tamaño de los puntos negros y espinillas, ya que sus propiedades antiflamatorias y antibacterianas toman acción sobre estos. Es decir, estamos acostumbrados a que las pieles grasas huyan de las sustancias aceitosas. Sin embargo, este aceite es más un gran aliado que un villano.
Por otra parte, también ayuda a cicatrizar y calmar las reacciones de la piel o brotes de acné. Incluso, puede ser utilizado en tratamientos contra la dermatomicosis, infecciones de la piel causadas por hongos.
Los expertos recomiendan evitar su uso en mujeres embarazadas o personas con alergias a plantas de este estilo.
Cómo aplicarlo
No es como otros aceites que necesitan aplicarse en la piel rebajados, de hecho, entre más puro es mejor, pues así conserva mejor sus propiedades.
Si te has decidido a invitar a este aceite a tu rutina de skin care, ya sea cual sea tu edad y tu tipo de piel, puedes encontrarlo fácilmente en lociones, cremas y, sobre todo, en limpiadores con los que eliminar suciedad y bacterias pero sin restar hidratación a la piel.
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