Llega el momento de subirnos a la máquina del tiempo, viajar y conocer la historia de unos superhéroes. En 1989 y 1992, con sus filmes de Batman, Tim Burton y Michael Keaton habían demostrado que las historietas eran dignas de la pantalla grande y tenían muchas historias que contar. Y así conocimos uno a uno aquellos superhéroes solitarios.
Pero todo cambiaría el día que Avengers (Dir. Joss Whedon, 2012) llegó a la pantalla grande, la crítica y los espectadores se enfocaron en cómo “nunca antes” se había reunido un equipo así de importante en el cine.
Y efectivamente, Hollywood no es el mismo desde que Marvel triunfó con su universo cinematográfico y desde que DC hace la lucha con sus propias producciones. Sin embargo, este viaje nos lleva a recordar que nada de esto sería posible sin la película X-Men a cargo de Bryan Singer, la cual está de manteles largos porque cumple 20 años de su estreno. Quizás el cine de superhéroes sería muy distinto si esta película de héroes discriminados por la sociedad no hubiera existido.
Es así como nos demostraron que la industria estaba lista no sólo para vigilantes solitarios sino para equipos completos de héroes, y elencos repletos de estrellas. A pesar de sus altibajos, ha sabido trasladar la historia de los mutantes a la pantalla grande, dejándonos con un gran legado y adaptaciones sin igual. Tal como lo hicieron aquellas películas que forman parte del Universo Cinematográfico de Marvel, las de X-Men han formado un imperio que se construyó poco a poco, exactamente 20 años atrás.
El grupo de mutantes encabezados por el Profesor X (Patrick Stewart) defienden la convivencia con los humanos; los que siguen a Magneto (Ian McKellen), creen que sólo el más fuerte merece sobrevivir. Pero lo más importante es que desde su creación en 1963 por Stan Lee y Jack Kirby, los X-Men fueron una metáfora de la lucha por la igualdad de las minorías… una batalla que continúa hasta el día de hoy.
También, al largometraje se le debe la explosión a la fama de quien, dos décadas después, es uno de las mayores figuras de Hollywood: Hugh Jackman, el australiano interpretó a Wolverine en nueve películas, entre papeles protagónicos y cameos en la saga. Hablamos del popular mutante de esqueleto de adamantium y garras afiladas, sin duda un alma solitaria que se deja llevar más por instinto y deseo que por la paz... O al menos así era en la mayor parte de sus historias.
Y no podemos negar que las cintas de los X-Men pueden ser un volado: muy buenas o muy malas, y los fanáticos lo saben. Por desgracia Wolverine y compañía han sido víctimas de malos guiones a lo largo de su historia; sin embargo, han dejado grandes momentosm, imposibles de olvidar.
Aún falta mucho tiempo para que los X-Men vuelvan a la gran pantalla tras la compra de Fox por parte de Disney, pero su ingreso en el Universo Marvel parece inevitable, igual a lo que diría Thanos. Y posiblemente su formación sea muy distinta a las anteriores iteraciones en las películas, con nuevos aliados o nuevos miembros y algunos antiguos conocidos.