¿Quién no se ha imaginado viajar en el tiempo pasado para resolver un problema personal, o incluso uno que compete a toda la humanidad? Es decir, durante toda nuestra vida hemos fantaseado más de una vez con regresar en el tiempo y cambiar las cosas. Esto no es una propuesta para nada nueva, pues la misma narrativa contemporánea de ciencia ficción se ha apropiado de estas ideas en distintos escenarios.
Pensemos en Back to the Future de Robert Zemeckis, o 12 Monkeys de Terry Gilliam, o incluso en Terminator 2: Judgment Day de James Cameron, películas que recurren a las paradojas temporales para construir su hilo argumentativo. Claramente, estos fenómenos e inquietudes no sólo han sido explorados por el mundo literario, cinematográfico o por la misma cultura popular, sino que los científicos tienen grandes y reconocidos estudios académicos al respecto.
Por ejemplo, Albert Einstein, quien habla de la posibilidad de viajar en el tiempo desde la relatividad especial. El astrofísico más famoso de nuestra era, abarca ideas realmente difíciles de imaginar. Sobre esta teoría, una de las más populares, menciona que el espacio y el tiempo son elementos de la misma cosa: del tiempo espacial. Igualmente, habla sobre la existencia de un límite de velocidad de 300 mil kilómetros por segundo para cualquier cosa que viaje a través del tiempo espacial, mientras que la luz siempre viaja al límite de velocidad.
De paradojas entre el tiempo y el espacio
Algo interesante sobre esta teoría es la que bautiza la confusión de la relatividad. Einstein explica que al movernos a través del tiempo espacial, si tu velocidad relativa a otros objetos es cercana a la velocidad de la luz, el tiempo pasa más lentamente para ti que para las personas que has dejado atrás. No observamos este efecto hasta que regreses a esas personas estacionarias.
Pensemos en la película de Interstellar (Dir. Christopher Nolan, 2014), cuando el padre de Murphy, interpretado por Matthew McConaughey, emprende su misión especial y al momento de regresar su hija, a quien dejó de niña, se encuentra ahora en su lecho de muerte en una edad avanzada. Es aquí donde las paradojas del tiempo comienzan a poner interesantes las narrativas. De hecho, esto claramente puede verse como un viaje en el tiempo.
Tomemos también la paradoja del abuelo, ¿qué quiere decir? Imagina que logras construir una máquina del tiempo, y te propones viajar al pasado. Entonces te encuentras a tu abuelo, y lo matas antes de conocer a tu abuela. Esto supone un gran problema. ¿Qué pasaría? Es decir, así tus padres o tu madre nunca hubieran existido, por ende tú tampoco. De esta forma, la paradoja comienza. La motivación que te hizo viajar en el tiempo se anula, ya no existe, ¿esto supondría una colisión entre universos paralelos y cosas lejanamente desconocidas que ha dibujado la ciencia ficción?
Bueno, ahora sí entramos al punto medular del artículo. Porque recientemente el científico German Tobar, estudiante de la Licenciatura en Advanced Science, ha estado investigando sobre la posibilidad de los viajes en el tiempo sin sufrir los estragos que suponen las paradojas, bajo la supervisión del doctor Fabio Costa.
¿De qué va este modelo?
Básicamente, este nuevo modelo matemático propuesto por Tobar afirma que los viajes en el tiempo son teórica y lógicamente posibles.
De acuerdo con un comunicado que lanzó, sobre su artículo publicado, Tobar declaró lo siguiente:
"La dinámica clásica dice que si conoces el estado de un sistema en un momento particular, esto puede contarnos la historia completa del sistema. Esto tiene una amplia gama de aplicaciones, desde permitirnos enviar cohetes a otros planetas y modelar cómo fluyen los fluidos. Por ejemplo, si conozco la posición actual y la velocidad de un objeto que cae bajo la fuerza de la gravedad, puedo calcular dónde estará en cualquier momento".
"Sin embargo, la Teoría de la Relatividad general de Einstein predice la existencia de bucles de tiempo o viajes en el tiempo, donde un evento puede estar tanto en el pasado como en el futuro de sí mismo, teóricamente cambiando el estudio de la dinámica", reiteró. Pensemos en la película Arrival de Denis Villeneuve, en la que pasado, presente y futuro transcurren en un mismo instante.
Asimismo, Tobar apuntó a una teoría unificada en la que pudiera empatar tanto la dinámica tradicional, como la Teoría de la Relatividad de Einstein, "pero la ciencia actual dice que ambas teorías no pueden ser ciertas", señaló.
Esto lo lleva a cuestionarse sobre la posibilidad de los viajes en el tiempo y las consecuencias que pudieran existir en cuanto al tema de las paradojas. "Como físicos, queremos comprender las leyes subyacentes más básicas del Universo y durante años me he preguntado cómo la ciencia de la dinámica puede cuadrar con las predicciones de Einstein. Me preguntaba: ¿es matemáticamente posible viajar en el tiempo?".
Sobre el nuevo modelo matemático que derriba las paradojas
Con muchos estudios y horas de dedicación, Tobar y Costa están convencidos de haber encontrado la manera de “cuadrar los números” para que los viajes en el tiempo existan sin paradojas que colapsen el universo como lo conocemos.
"Las matemáticas se corroboran, y los resultados son material de ciencia ficción. Digamos que viajo en el tiempo, en un intento de evitar que el paciente cero de COVID-19 se exponga al virus. Sin embargo, si evitara que esa persona se infecte, eso eliminaría la motivación para regresar y detener la pandemia en primer lugar", expuso Costa.
"Esto es una paradoja, una inconsistencia que a menudo lleva a la gente a pensar que los viajes en el tiempo no pueden ocurrir en nuestro universo. Algunos físicos dicen que es posible, pero lógicamente es difícil de aceptar porque eso afectaría nuestra libertad para realizar cualquier acción arbitraria. Significaría que puedes viajar en el tiempo, pero no puedes hacer nada que provoque una paradoja", añadió.
¿Cómo derribaron las paradojas?
Bajo estas declaraciones, vemos que la cosa se pone mucho más difícil de lo que cualquier historia de ciencia ficción nos ha contado. Sin embargo, si por algo se distingue el espíritu científico, es por su entusiasmo por derribar cualquier barrera que impida llegar al otro lado, en donde el horizonte sigue expandiéndose con más cosas por descubrir.
Por ello, ambos creen firmemente que la paradoja narrada anteriormente no debería ser así, puesto a que los eventos podrían ajustarse a sí mismos para ser consistentes con cualquier acción que realice el viajero en el tiempo.
"En el ejemplo del paciente cero con coronavirus, podría intentar evitar que el paciente cero se infecte, pero al hacerlo, contraerá el virus y se volverá paciente cero, o alguien más lo hará. No importa lo que hayas hecho, los eventos más importantes simplemente se recalibrarían a tu alrededor. Esto significaría que, sin importar sus acciones, la pandemia ocurriría, lo que le daría a su yo más joven la motivación para regresar y detenerla. Por más que intente crear una paradoja, los eventos siempre se ajustarán por sí mismos, para evitar cualquier inconsistencia", subrayó Tobar.
Por este motivo, “la gama de procesos matemáticos que descubrimos muestra que viajar en el tiempo con libre albedrío es lógicamente posible en nuestro universo sin ninguna paradoja".
Claramente esto supone algo mucho más complejo y fascinante, porque dentro de lo ordinario siempre hay lugar para lo extraordinario. Viajar en el tiempo supone más que una motivación por cambiar las cosas, y es más una posibilidad que rompe nuestros esquemas sobre cómo vemos la vida misma. ¿Quiénes somos y qué es esta masa enorme a la que llamamos universo? ¿Existe un sentido hacia el cual caminar? O simplemente se trata de una travesía en el sinsentido, en el eterno retorno del que Nietzsche nos advirtió, o sólo es una casualidad magnífica a la que podemos aferrarnos, mientras podamos.
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