El burnout o síndrome de desgaste profesional es una enfermedad real, la cual fue reconocida por la OMS en 2018, y aunque entrará en vigor hasta 2022, parece que la pandemia sólo nos ha hecho sentir cada vez más este síndrome.
La OMS define el burnout como el trastorno que es consecuencia de un estrés laboral crónico, y se caracteriza por un estado de agotamiento emocional, una actitud cínica o distante frente al trabajo (despersonalización), y una sensación de ineficacia y de no hacer adecuadamente las tareas. A ello se suma la pérdida de habilidades para la comunicación.
Un problema de salud mental, y según la Organización Mundial de la Salud, puede ser la antesala de muchas patologías psíquicas, por lo que no hablamos de una cuestión fácil y menos importante que otros problemas.
Según la OMS, los síntomas y signos más comunes del síndrome de desgaste emocional son:
- La alienación de las actividades relacionadas con el trabajo: las personas que experimentan agotamiento perciben a sus trabajos cada vez más estresantes y frustrantes. Pueden volverse cínicos sobre sus condiciones de trabajo y las personas con las que trabajan, también pueden distanciarse emocionalmente y comenzar a sentirse adormecidos por su trabajo. Por ejemplo, no logran terminar el trabajo a tiempo u olvidan cosas más a menudo
- Síntomas físicos: dolor de pecho, dolores de cabeza, te enfermas más seguido, palpitaciones del corazón, mareos o desmayos o dolor gastrointestinal. Se duerme mal y hay insomnio o dificultades para dormir.
- Agotamiento emocional: el agotamiento causa que las personas se sientan agotadas, incapaces de hacer frente a lo que sucede a su alrededor y cansadas. El desánimo y la apatía se apoderan de ti frente a cualquier cosa que se refiera al trabajo.
- Rendimiento reducido: el agotamiento afecta principalmente las tareas cotidianas en el trabajo, o en el hogar, cuando el trabajo principal de alguien consiste en cuidar a los miembros de la familia. Los individuos con agotamiento se sienten negativos sobre las tareas. Tienen dificultad para concentrarse y, a menudo, carecen de creatividad.
Claro que este tipo de agotamiento no es una novedad, pero sin duda, con esta pandemia gran parte de la población que no lo sufría, ahora tiene que lidiar con él. Simplemente parece que desde 2020 no hemos podido tener descanso, el estrés está a la vuelta de la esquina, las noticias nos bombardean a diario y casa se ha vuelto todo.
Llevamos prácticamente un año sin descansar, sin vacaciones y sin tener una vida fuera del trabajo, para el que nos levantamos todos los días y luego seguimos en el mismo lugar. No estamos en los mejores momentos de salubridad, ni física ni mental.
Por lo que hablemos un poco de las pequeñas acciones que podemos tomar para sentirnos un poco mejor, pero recuerda que el burnout existe y es grave, por lo que si sientes que tus niveles de estrés ya están afectado irremediablemente a tu vida, te invitamos a visitar a un experto que pueda ayudarte.
Sé puntual
Aunque estés en home office, estar a tiempo donde debes, te da la posibilidad de no llegar estresado a tu jornada laboral, puedes preparar unos minutos para acomodar tu área de trabajo, para tomarte un café o simplemente respirar. Estos minutos son perfectos para empezar tu día con menos estrés.
Ponte límites
Con home office es sumamente fácil dejar de trabajar a deshoras, o querer hacer todo el mismo día terminando agotado del trabajo en todos los aspectos. Así como en la vida, debes de ponerte límites muy claros sobre tiempo y cantidad, antes era un poco más fácil porque la jornada laboral acababa y debías de dejar el trabajo en la oficina, pero en casa todo es un caos.
Ten horarios para comenzar y terminar de trabajar, respétalos y haz que los demás los respeten, y ya verás cómo te sentirás mejor.
Las rutinas cambian la vida
Tener una rutina estable es la mejor forma de ser más estructurado, si sabes lo que tienes que hacer a lo largo del día es más difícil que se te olviden las cosas y los pendientes empiezan a amontonarse en una lista interminable que no vas a saber ni por dónde empezar.
Tener una hora para despertar, dormir o hacer ejercicio te ayuda a planear mejor tu día y a estar seguro de que tienes tiempo para todo lo que quieres hacer sin estar corriendo.
Cuida de ti mismo
Escucha a tu cuerpo y date un tiempo para ti, desde hidratarte propiamente, no saltarte comidas y salir a caminar sin que nadie te moleste, son pequeñas acciones que cambiarán tu vida, sólo necesitas cuidarte y descansar de verdad.
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