“everything i wanted”, la nueva canción de Billie Eilish
Fame is prison
— Lady Gaga (@ladygaga) October 25, 2019
La paradoja es una de las leyes en la vida humana de la que poco se habla, tal vez porque cabe la posibilidad de que la vida misma lo sea, y no es tan simple aceptarlo. Sea como sea la canción de hoy nos lleva a reflexionar sobre la paradoja de la fama.
Aunque ya es un cliché la visión de la fama como una cárcel, sin duda sigue siendo fascinante para nosotros, los observadores no-famosos. Porque puedo asegurarles, que más de una vez, han fantaseado con ser famosos, aunque sea sólo por las facilidades que otorga el dinero.
Así que llega el cuestionamiento, ¿realmente las personas famosas tienen el derecho de quejarse?
Obtienes reconocimiento, dinero por hacer lo que amas, es decir, éxito en tiempos capitalistas; claramente no hay nada más que puedas necesitar. Pero es en esos momentos cuando las frases motivacionales de “la felicidad no se compra con dinero”, tienen sentido y no sólo en la romantización de la austeridad franciscana, sino es cuando tenemos plena consciencia de la fragilidad humana.
Por ejemplo, el breakdown de Britney Spears. Ella era la novia de América, aunque ahora cuestionaríamos la sexualización a una niña de 16 años, sin duda Spears era la legítima heredera de Madonna y con cada hit sólo lo reafirmaba más. Tenía el dinero, el prestigio y el reconocimiento del mundo.
Aun así, la fama la volvió lo suficientemente desequilibrada como para que viviera el legendario breakdown de 2007. Mientras ella misma se rapaba en la estética, cuenta el personal que no dejaba de repetir “No quiero que nadie me toque. Me duele que todos me toquen”.
La fragilidad humana es casi infinita, como lo es la resiliencia, todo es subjetivo, depende de la persona y las bases donde se asienta. Pero si algunos viven en constante ansiedad por lo que pensarán los ocho gatos que ven sus historias en Instagram, ¿qué podrían decir de millones de ojos juzgando cada movimiento?
La presión ejercida por los fans, por las personas que ganan o pierden dinero por ti, las exigencias propias y las de las personas cercanas a ti, lo que espera la crítica. Es decir, deberle constantemente a millones de personas, que esperan algo distinto.
Tal vez en aquellos tiempos The Beatles era más simple, ya que no existía el bombardeo mediático que existe actualmente, pero gracias a las redes sociales, cada tercer día cancelan a alguien por diversas razones. Vivimos en un Vigilar y castigar digno de las pesadillas de Michel Foucault y George Orwell.
Y la humanidad de los que observamos sigue en tela de juicio. Claro que como diría el tío Ben de Spider-Man, “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Las personas públicas deben ser responsables de sus acciones frente al mundo, es la vida que escogieron, pero ¿cómo lograr que tú hagas tu trabajo, pero los que observan entiendan tu humanidad?
Cada quien escoge la manera para no romperse a pedazos, pero pocos artistas no meditan al respecto. Sobre todo cuando todo es abrupto, como en el caso de Billie Eilish, que con 17 años, y en tan solo un año, ha logrado lo que artistas buscan casi toda su vida. Y es que, ella es la voz y la cara de toda una nueva generación que busca sus propias maneras de ser.
Lo logró de forma casi empírica, sin un grupo de expertos en relaciones públicas que pusieron millones de dólares para hacerla conocida, Billie Eilish y su hermano Finneas O’Connell lo lograron sin que ellos mismos creyeran en que sucedería de la forma en que lo hizo.
De un año para acá, Billie y su hermano hacían música en el cuarto de Finneas, prepararon el álbum debut de Eilish y lo lanzaron sin esperar realmente nada. Luego, los críticos los han nombrado como “el futuro del pop”, han dicho que el álbum es “casi perfecto”, y que “ya revolucionaron la música”.
Eso y el increíble sencillo “bad guy” ha traído un tsunami de fama, dinero y fans. Su estilo particular e individualista ha hecho que las personas busquen lo mismo. Sus letras sobre ansiedad, querer morirse y cómo regresar de una fiesta, hicieron que millones se sintieran comprendidos.
Y todo esto, casi de la noche a la mañana, ya que su álbum fue lanzado en marzo de este año. Esta subida en vertical causa vértigo desde abajo, pero para ella que sólo tiene 17 años, sin duda debe de ser la cosa más aterradora que ha vivido.
Para su suerte, tiene a su hermano.
Siguiendo esta idea, Billie Eilish lanzó el single “everything i wanted”, la primera canción nueva desde su álbum debut.
En ella hace una alegoría de la fama con un sueño, ella está en el Golden Gate y decide lanzarse porque cree que puede volar, todos los que estaban ahí ni siquiera lo notan. Quería gritar, pero su cabeza estaba bajo el agua, la critican como si ella “fuera algo más que hija de alguien”. Y así, en un par de versos, nos plantea su miedo más grande: la caída de un lugar tan alto.
En algún momento, habla de que todos quieren algo de ella y ella no quiere decepcionarlos. Para al final, lanzar preguntas retóricas, de si hubiera sabido todo lo que esto conllevaba, ¿lo habría hecho de nuevo?
Pero dentro de estas analogías tristes, se recuerda a sí misma que su hermano está ahí con ella y que no permitirá que nadie la lastime. Tal vez una persona contigo es todo lo que necesitas para no caer, como bien decía Amy Winehouse en “Rehab”.
Esta canción es una cierre reflexivo al inicio de década, tal vez ninguno logremos ser famosos, pero siempre cabe analizar en qué paradojas vivimos.