El año era 2003, la música en México continuaba sintiendo los estragos de una política de censura que duró décadas, por lo que el “nuevo rock” ya era cosa del pasado. Molotov, Caifanes o Café Tacvba, se habían consagrado, pero más allá de una escena en México, había grandes estrellas y bandas a la espera de tomar su lugar.

Bajo este panorama llegó Zoé, que dos años antes había logrado algo muy difícil, publicar un disco en México y ganar un séquito de seguidores, pero en 2003, con Rocanlover, logró lo imposible, convertirse en una promesa para la música de México y toda Latinoamérica. 

Zoé rompió todos los estereotipos de las bandas mexicanas. No tenían un discurso social ni político, tampoco pretendían delinear un sonido folclórico que mostrara su identidad latina, y por más de 20 años han marcado a generaciones enteras, pues no sólo mostraron una nueva manera en la que los grupos nacionales podían componer música con un sonido británico (que a su vez evolucionó de los ritmos negros que se incorporaron a los orígenes del rock estadounidense), eléctrico, espacial y fresco que ya no rememoraba al ahora renacido “Rock en tu idioma”. 

Y en esta ocasión lo vuelven a demostrar. Tras su regreso triunfal con “SKR”, la agrupación liderada por León Larregui está listo para conquistar nuevos territorios sonoros y espirituales gracias a “Fiebre”, segundo adelanto de su futuro séptimo álbum, y el cual demuestra su ambición artística. 

Atmósferas sintetizadas y los acordes de un teclado, sirven como bienvenida a esta melodía, la cual es rápidamente adornada con la voz de Larregui, quien, con su estilo particular, parece estar inmerso en una manta de dolor. En realidad, luego de un concentrado de voluntad y fuerza, se transforma en un lema de empoderamiento y liberación, mismo que da paso a una poderosa base rítmica, donde el bajo y la batería lucen en todo su esplendor. 

El tema es acompañado por un video animado donde Larregui y el artista visual Diego Vargas quisieron plasmar una narrativa digital que combinara imágenes tridimensionales creadas por computadora, máquinas y surrealismo, motivados por la célebre obra Manufacturing Consent: The Political Economy of the Mass Media (Los guardianes de la libertad) un libro de los escritores estadounidenses Noam Chomsky y Edward S. Herman, publicado por primera vez en 1988.  

El nuevo disco del conjunto, aún sin fecha de lanzamiento, llevará por nombre Sonidos de Karmática Resonancia, transformándose en el sucesor de Aztlán, LP con el cual ganaron el Grammy en la categoría “Mejor Álbum Alternativo” en 2019.  

Además la banda es el eje de un álbum tributo llamado Reversiones, donde reciben homenaje de artistas como Mon Laferte, Andrés Calamaro, Juaness y Alejandro Fernández, entre otros, que interpretan éxitos del grupo originario de Cuernavaca.

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Foto: facebook.com/Zoeoficial