Esta cuarentena a muchos nos agarró en curva, ya que nunca nos acercamos lo suficiente a la cocina para poder prepararnos comida decente. También cabe la posibilidad de que sí sepamos del arte culinario, pero no siempre sea fácil conseguir los ingredientes para una comida gourmet.
Y lo es cierto es que al menos una vez a la semana, merecemos una comida que parezca salida de un restaurante, pero sin todo el esfuerzo que esto implica, por lo que nada mejor que recetas fáciles con no más que tres ingredientes creadas por chefs.
Así pues, veremos una sopa, un plato fuerte y un postre extremadamente fáciles de hacer.
Sopa de brócoli y queso azul
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Nuestra primera receta fue llevada a cabo por el chef Jeremy Chan quien es el encargado del restaurante en Londres, Ikoyi, una rica sopa de brócoli.
Corta en rodajas finas 400 g de brócoli, asa la mitad y mantén el resto crudo. Agrega todo a una licuadora con 300 ml de caldo de pollo y 150 g de queso azul, mezcle durante 10 minutos hasta que quede suave.
Para servir, calentar bien y sazonar bien con sal al gusto.
Ñoquis
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Para el plato fuerte nos encontramos con una receta de la chef Roberta d'Elía, quien tiene una página web especializada en pasta hecha desde cero, llamada Pasta Evangelists. Por lo que parece infalible hacer su receta si queremos unos ñoquis o gnocchi, es decir, la pasta italiana hecha con papas y harina.
Hierve agua en una olla grande, pela 1 kg de papas y cocínalas a fuego lento hasta que estén tiernas, pero aún firmes, cuidando que no se rompan para que no absorban demasiada agua, esto tomará 15-20 minutos. Escurrir, enfriar y machacar con un tenedor, y mezclar 300 g de harina (simple o 00) y un huevo, luego amasa hasta que se forme una masa.
Divide en cuatro porciones y forma churritos largos de aproximadamente 1.5 cm de diámetro, luego córtalas en trozos de 1 cm de largo. Deja que ebulla una olla grande de agua con sal y cocina los ñoquis durante 2-3 minutos, o hasta que floten.
Escurre y sirve con su salsa favorita, el cielo es el límite.
“Helado” de frutos rojos
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Para cerrar una comida como esta, nada mejor que un postre, y nada más fácil que el que nos propone Claire Thomson, una escritora de cocina muy reconocida.
Pon 400 g de frutos rojos congelados (o cualquier fruta blanda congelada como kiwi, mango, plátano), dos cucharadas de miel líquida (o más al gusto) y 200 g de yogur griego (o crema fresca) en una licuadora y licua hasta que esté suave. Servir inmediatamente.
Y listo, tienes un rico postre.
FOTO: Adobe Stock