La era verde hace mucho que desea instalarse en nuestro modo de vida, y con era verde me refiero a regresar a la naturaleza. No en un sentido literal, pero sí en uno en el que estemos más en contacto con ella, y de igual modo servirnos de ella para generar recursos eléctricos y demás, sin contaminar tanto el planeta.
No por nada las nuevas formas de energía se están dirigiendo, ya desde hace años, hacia la utilización de recursos naturales sin necesidad de desgastarlos, ni mucho menos de contaminar el medio ambiente. Asimismo, empresas se han sumado de diversas formas a la importante labor de preservar nuestro único hogar llamado planeta Tierra. Desde la utilización de materiales más amigables y menos agresivos para el medio ambiente en sus productos, hasta la realización de campañas en favor de la protección de nuestro entorno.
Y no estamos viviendo el fin del mundo, porque bueno, a decir verdad este no terminará a menos que decidamos destruirnos literalmente los unos a los otros. Sin embargo, lo cierto es que en medio del complejo momento en el que nos encontramos, no vendría mal una reflexión sobre cómo contribuir de manera impactante al cuidado de nuestro planeta.
La famosa frase de “aportar con nuestro granito de arena”, nunca fue tan cierta como ahora. Sin caer en tremendismos ni sensacionalismos, es verdad que el impacto que puede tener una pequeña acción puede reflejarse en algo positivo para nuestro planeta. Porque de manera contraria, es como esas pequeñas acciones lo han ido contaminando. Pensemos en los océanos y las impresionantes islas de basura, de las que muy poco se habla.
También conocida como el Continente de Plástico, y el cual mide entre 710 000 km² y 17 000 000 km², es una de las cicatrices más profundas que sofoca el océano Pacífico Norte. Además, es lógico que al imaginarlo te remontes a una isla llena de botellas de plásticos u otros recipientes del mismo material. Sin embargo, lo aterrador es que se trata más bien de microfragmentos, del tamaño de un grano de arroz, que están contaminando y destruyendo lentamente el ecosistema oceánico, y que son, además, muy difíciles de limpiar.
De acuerdo con un estudio publicado en Science, en 2010 se produjeron 99,5 millones de toneladas de residuos plásticos, y se estima que en 2025 se duplique. Es decir, en cinco años esta cifra puede llegar a los 155 millones de toneladas.
Pero antes de ponernos en estado de alarma paranoica, lo cierto es que hay medidas que se han ido tomando para reducir este impacto y ver más por la salud de nuestro planeta, como la mejora de los sistemas de recogida de basuras. Sin embargo, esto se ha establecido mejor en países de “primer mundo”. Uno de los mayores retos es conseguir que esto suceda en los países en vías de desarrollo que sean los más contaminantes en su rango.
Dentro de todas las estrategias que se puedan estar implementando, como la prohibición de bolsas de plástico en los establecimientos y comercios, también es tarea de nosotros cambiar nuestros hábitos y patrones de compra, para convertirlos en unos más responsables para nuestra salud y la de nuestra casa, la Tierra.
A mitad del ruido y la crisis mundial, también es prudente redirigir nuestras compras hacia unas más planificadas y anticipadas, sin caer en las alarmas de la paranoia o las famosas compras de pánico, ¿cómo hacer esto?
Terri Gerstein, residente de Brooklyn, dijo para Vox, que este tema debe guiarse por información médica confiable. A lo que ha sugerido que la acumulación de enlatados o litros de agua no es la mejor de las opciones.
Por otra parte, Marc Lipsitch, profesor de epidemiología en Harvard, dijo a Kelsey Piper de Vox, que hay que recoger algunos alimentos adicionales o las necesidades del hogar durante la compra semanal de alimentos, en caso de que no pueda salir de su casa por un breve periodo de tiempo, sin caer en la compra compulsiva de cosas innecesarias dentro de la inmediatez.
Además, más allá de la crisis que nos habita al día de hoy, es un hecho que hay que tomar medidas para arraigarse a nuestras vidas cotidianas y así cuidar nuestro medio ambiente.
Las recomendaciones más fáciles de contribuir y que, sin duda, impactarán de manera significativa, sugeridas por la Organización de las Naciones Unidas son las siguientes.
Así de sencillo, comienza hoy a ayudar a que la casa de todos esté cada vez en mejor estado, para que todos los seres vivos que la habitamos la gocemos de la mejor manera.
Ahorra agua
Mantén cerradas las llaves mientras no necesites el agua y siempre que puedas reutilízala. Si vas a regar tus plantas hazlo muy de mañana o por las tardes para que no se evapore tan rápido el agua, y así aproveches mejor el recurso.
Menos automóvil, más ejercicio
No es una sugerencia para este momento, en donde se recomienda menos, pero ya que finalice la situación, usa el transporte público, bicicleta, camina.
Disminuye tus desperdicios y recicla
Las tres erres que nos enseñaron en la escuela, es momento de aplicarlas: Reducir, reutilizar y reciclar. Separa tu basura, recicla el papel y compra productos reciclados.
Compra sin consumir de más
Elige productos elaborados localmente, así ayudas a reducir el consumo de combustibles empleados para su transporte. También, cuando las condiciones lo permitan, procura comprar en mercados, allí se venden frutas y verduras orgánicas. El apoyo al comercio local también es clave para el planeta y la economía de tu ciudad.
Aprovecha la energía solar
El sol es inigualable como fuente de luz natural, pero también puedes usar su energía para dar electricidad a los aparatos de tu casa o gadgets como tu smartphone o Tablet. Hay muchos más aparatos eléctricos que se pueden cargar con energía solar de los que crees, averigua todo en espacios serios y reconocidos.
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