Escuchar y crear historias es algo tan humano como el lenguaje mismo, es la forma en la que entendemos al mundo y a nosotros mismos. Pero en realidad leer es una actividad antinatural en el ser humano, ya que nuestro cerebro no está acostumbrado a mantener su atención fija sobre un punto durante mucho tiempo: enseguida tiende a despistarse ante cualquier nuevo estímulo.

Según estudios psicológicos, la mirada fija en un solo lugar no puede ser mantenida por más de 10 segundos; la capacidad de concentrarse es una habilidad que construímos, y que de hecho, “representa una anomalía en la historia de nuestro desarrollo psicológico".

Pero el hecho de que sea una anomalía, representa muchos beneficios. 

Cuando comenzamos a leer, el hemisferio izquierdo de nuestro cerebro se pone en marcha, trabajando a toda velocidad para activar distintas áreas. La capacidad lectora modifica el cerebro, y crea muchas más neuronas en su paso.

Según la psicóloga Nicole K. Speer de la Universidad de Washington, al leer recreamos lo imaginado de tal forma que se activan las mismas zonas cerebrales que lo hacen cuando observamos algo que está sucediendo en la realidad: para nuestro cerebro leer una novela es lo mismo a estar viviéndola.

Debido a que un buen libro nos permite vivir lo que leemos, podemos conocer muchas perspectivas humanas, lo que ha decantado en diversos estudios que aseguran que las personas lectoras de novelas suelen ser más empáticas, que los no lectores o los que prefieren lecturas especializadas.

De igual manera, uno de los beneficios es que las personas lectoras suelen ser mejores oradores; esto a pesar de la imagen cliché de un lector introvertido y solitario. Se ha demostrado científicamente que aquellos que leen poseen más habilidades comunicativas, como lo decía Cicerón “a hablar no se aprende hablando, sino leyendo”.

Pero no sólo eso, sino que según la Universidad de Oxford, que analizó los hábitos y actividades de casi 20.000 jóvenes para conocer las actividades que predecían el éxito profesional al cumplir 30, la lectura tiene un impacto significativo en el éxito profesional.

En este sentido, los libros al ser reconocidos por nuestro cerebro como vivencias, es la compañía perfecta para esta pandemia, ya que sin lugar a dudas, puede ayudar a erradicar el sentimiento de soledad que nos ha invadido más de una vez.

Un buen libro puede ser interpretado y mirado desde muchas perspectivas, así como enseñarnos mucho acerca de nosotros mismos. Ayudarnos a reconocer qué queremos, para qué lo queremos y así encontrar una línea a seguir.

Sin duda, la imaginación nos ayuda a ser más empáticos, creativos, curiosos y críticos, por lo que un libro siempre será tu mejor compañero, sobre todo en estos momentos de la pandemia en los que nos podemos encontrar perdidos.

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