No es sorprendente que en gran parte del mundo las historias de crímenes sean las temáticas más escuchadas o vistas, en cada canal televisivo al menos hay un par de documentales sobre crímenes y las adaptaciones abundan.

Estas historias las encontramos en muchos formatos, y la mayor parte de ellas son consumidas por mucha gente. Sólo basta decir que el podcast más escuchado en México es Leyendas Legendarias, el cual aborda casos extraordinarios y reales.

Y claro, ya no tenemos que estar en punto viendo la televisión para poder consumir estas historias, el streaming nos permite escucharlas y verlas en cualquier momento.

Pero claro que antes del streaming la humanidad seguía consumiendo estas historias, sólo se han vuelto un poco más accesibles, pero la pregunta es ¿qué es lo que nos fascina de estas historias?

La profesora asistente de Recursos Humanos y Psicología en la Escuela Universitaria Beacon de Leesburg, A. J. Marsden, le respondió esta pregunta al HuffingtonPost, “uno de los motivos por los que los crímenes reales son tan cautivadores es porque nos permiten intuir las partes más perversas de la psique humana.”

Así, continúa, “nos atraen estas historias en parte porque queremos comprender la motivación que hay detrás de unos actos de violencia tan horripilantes, inusitados e insensatos. Queremos entenderlos porque tenemos miedo".

Es decir, ocurre algo muy similar con las historias de terror o los juegos mecánicos, ver o escuchar sobre estos crímenes reales nos permite explotar nuestros miedo en un entorno controlado, echar un vistazo a las cloacas humanas desde nuestro sillón.

Pero no sólo esto, sino que según Amanda Vicary, profesora asociada de Psicología en la Universidad Wesleyan de Illinois, nuestro instinto de supervivencia tiene mucho que ver: 

"Al aprender sobre asesinatos (quién es más probable que se convierta en un asesino, cómo se producen estos crímenes, quiénes son las víctimas...), los espectadores también aprenden formas de evitar convertirse en víctimas", señala Vicary.

En este sentido, no sorprende que las mujeres sean más propensas a buscar estas historias, ya que la mayoría de los crímenes que se analizan las mujeres son las víctimas.

Pero como todo, se necesita hacer con medida y de manera consciente, ya que menciona Vicari que "es posible que las mujeres quieran informarse sobre los crímenes porque temen convertirse en víctimas, pero en cada podcast que escuchan o en cada libro que leen descubren otro caso de una mujer que fue raptada o asesinada, y eso puede incrementar su temor aún más".

Otra paradoja de la humanidad, le tememos a la muerte pero a la vez nos sentimos atraídos por ella, no de una manera perversa, sino como una manera de dominar nuestros miedos. 

Al final, también es curiosidad por aquellos seres humanos capaces de perpetrar actos horripilantes, despertando la eterna lucha entre la vida (eros/libido) versus el deseo de muerte (tánatos).

Según el agente del FBI, Mark Safarik, “los asesinos seriales son tan diferentes que despiertan en nosotros áreas relacionadas con la lujuria, el miedo, la actuación sin consecuencias y la omnipotencia sobre otro.” Sin duda curiosidad y morbo frente a actos de humanos que podrían ser como nosotros.

Es casi tan humano como ver programas de comida, para disfrutar con la vista platillos aparentemente ricos o ver películas de terror para sentir un subidón de adrenalina.

Si eres parte de los millones y millones que se cautivan con estas historias, no te preocupes, no hay nada malo en ti, sólo eres tan humano como cualquiera. La única recomendación de los expertos es que si consumes estas historias y comienzas a presentar síntomas de ansiedad, recurras a un especialista.

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FOTO: Imagen de Republica en Pixabay