Justo cuando creías que el café podía ser más dañino que saludable para tu piel, venimos a decirte que no. Tampoco se trata de beber mucho café. No, esto se trata de crear una mascarilla que nos ayude a limpiar el rostro a profundidad. Además de despertarte el café también puede ser beneficioso para la salud de nuestra dermis, sin olvidar hidratarnos adecuadamente durante el día y evitar su consumo en grandes cantidades. 

Ahora sí, ¿de qué se trata? De una mascarilla completamente casera, aprovechando el tiempo de sobra que ya tenemos en nuestros hogares y el debido consumo que tenemos hacia esta bebida, aprovechemos los deshechos para nuestro cuidado. 

Como ya recalcamos, se trata de un arma de doble filo. Ya que es uno de los ingredientes orgánicos que más puede favorecer nuestra dermis, pero también el que puede deteriorarlo más, si se consume en exceso. En esta ocasión te enseñaremos a usarlo como exfoliante para tu rostro. Será una mascarilla de café básica, tanto para eliminar la piel naranja como para limpiar a profundidad la dermis. 

Beneficios del café en tu rostro...  

Los granos de café contienen antioxidantes, lo que significa que uno de sus principales beneficios es que ayudará a dilatar los vasos sanguíneos. Es decir, ayudará a la reconstrucción de los tejidos. Además, posee vitaminas B1 y B5, magnesio, potasio y niacina. Incluso, la misma cafeína beneficiará nuestro rostro ayudando a desaparecer la piel naranja o pequeñas manchas cuando se utiliza de manera constante. También puede ayudarnos a abrir los poro y deshacernos de los puntos negros del cutis. 

Preparación... 

Se recomienda que te apliques esta mascarilla cuando el grano sea previamente molido. Sin embargo, tampoco es requisito. Si estás acostumbrado a prepararte un café matutino, puedes utilizar los granos que empleas para hacerlo, y así matas dos pájaros de un tiro. 

Después, basta que mezcles esto con aceite de oliva. Necesitas granos de café molido, 3 cucharadas de agua y 3 de oliva.

Aplicación... 

Para esto, necesitas tener tu piel limpia y de preferencia haberte bañado con agua caliente para que tus poros estén perfectamente abiertos. Una vez que te hayas secado, aplica la mascarilla y déjala actuar, por lo menos, unos 10 minutos sobre tu piel.

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