Un álbum pequeño y minimalista: “Here Comes The Cowboy”

Entretenimiento Calendario 20 mayo 2019 Nora Morales

Mac DeMarco ha sobresalido en la escena musical por su simpleza, y claro está por su personaje frente a las cámaras, el bufón kitsch que cuando toma una guitarra se transforma en el chico melancólico que comenzó su carrera con dos LPs creados en su casa.

Aunque sus inicios tengan un estilo más psicodélico, después del álbum más maduro y su mejor material según muchos, This Old Dog (2017), la melancolía terminó por volverse su sello en su voz y en su guitarra. El cual podemos verlo plasmado en su nuevo material de estudio Here Comes The Cowboy (2019).

Después de una frenética subida al éxito, ya que de 2012 a 2015 lanzó cuatro de los seis álbumes que componen su discografía, se detuvo de la misma forma para crear el sexto LP, el cual a pesar de los años de separación se nota que es un álbum apresurado.

En enero, cuando Los Ángeles, actual residencia del artista canadiense, vivió un periodo de lluvias muy por encima del promedio, fue el momento en el que DeMarco terminó Here Comes The Cowboy. “Fue útil”, dijo DeMarco para GQ Magazine. “Era como si el clima dijera algo como: ‘termina, idiota’. Así que lo hice.”

Por lo que sentir la premura en el álbum no sólo es cuestión del austero estilo que lo engloba.

 

 

A pesar de que se ha vuelto una de las figuras imprescindibles en el indie rock tranquilo, su sexto álbum producido por su propio sello, Mac’s Record Label, no ha recibido las mejores críticas. Recibe números que indican a penas un “pasar de panzaso”, 6.7 sobre 10 de Pitchfork y en The Guardian 3 estrellas sobre 5, Here Comes The Cowboy nos hace sentir que incluso DeMarco está cansado de su estilo.

Es un álbum que lleva el minimalismo al extremo, con repeticiones cíclicas del mismo ritmo con pequeñas modificaciones en cada track y letras más escuetas que terminan por ser herméticas, ideas simplificadas mientras poco a poco vemos cómo se pierde lo que habíamos encontrado en sus primeros trabajos.

"Quiero que todo suene pequeño. Eso es lo que buscaba en este álbum. Muy pequeño. ‘Teensy’. Pequeñísimas percusiones de batería, y luego tal vez, una guitarra, pero con mucho espacio en el medio. Lento, tranquilo. Eso es lo que me gusta.", dijo DeMarco para GQ Magazine.

Así lleva al extremo el minimalismo que se ha convertido en parte de su sello personal. Aunque claro que el kitsch de su personalidad y propuesta visual no ha cambiado, por lo que el video de “Here Comes The Cowboy” es una muestra literal de esta etapa de DeMarco:

 

 

Aunque el mismo Mac DeMarco niega que su álbum sea sobre vaqueros, en la conjunción de acordes repetitivos podemos encontrar más que visible el western, e incluso podemos imaginar los desiertos estadounidenses.

Por lo demás, sólo hay dos canciones que destacan, no por lo bueno, sino porque son como pequeñas explosiones de emoción dentro de un álbum que se arrastra como un “tumbleweed” por el desierto. Claro que hablamos del sinsentido funk de “Choo Choo” y la despedida del álbum, “Baby Bye Bye”, una balada que va in crescendo por los 7 min que dura.

Es un álbum que se siente indispensable en una lista de reproducción para relajarnos, pero tal vez es demasiada melancolía. La revista Vulture lo describe como una “resaca de mal humor”, por lo que posiblemente sea peligroso escuchar Here Comes The Cowboy un domingo por la tarde con resaca de verdad.

Al termina de escucharlo, sientes que no llega a ningún lugar, aunque es claro que no siempre se debe llegar a algún lugar, sino disfrutar del recorrido, también es cierto que Mac DeMarco tiene otros 5 álbumes que nos permiten disfrutar del camino, así como de la llegada.


En circuloplussanborns.com/, utilizamos cookies para proporcionar y mejorar nuestros servicios.

Esto nos ayuda a ofrecerte la mejor experiencia posible. Al utilizar nuestro sitio, usted acepta usarlos. Aprenda más

Círculo Plus Sanborns