Entender lo que realmente necesitamos, siempre hará nuestra vida más fácil, ahorraremos dinero y atacaremos el problema de raíz.
Este tipo de cuestiones son muy comunes cuando hablamos de lo que necesita nuestro cabello, y es muy fácil que confundamos los síntomas de nuestro pelo, y lo tratemos con algo que no sirve de nada.
Incluso, terminan por dañarlo más. Por ejemplo, cuando vemos que el pelo está maltratado y con frizz e intentamos solucionarlo con productos ligeros y vaporizaciones para que los ingredientes penetren, pero el resultado es contraproducente porque las cutículas se abren más.
O peor aún, cuando tenemos poca humectación y lavamos con tratamientos pesados y agua fría, y sólo notamos que el cabello queda más seco y con restos, ¿te ha pasado algo de esto? La responsable de la situación es la porosidad del cabello.
Por lo que antes que nada, necesitamos saber cuál es la porosidad de tu cabello, sólo así sabrás con certeza lo que tu cabello necesita, llegando a la raíz del problema sin gastar en tratamientos que no funcionan.
El truco del vaso con agua para conocer la porosidad del cabello
Toma un cabello que se te haya caído y lávalo con un shampoo detox para eliminar cualquier resto de producto que altere el resultado. Una vez que se seque, sumérgelo en un vaso lleno de agua a temperatura ambiente, procurando que no quede pegado al vidrio.
Espera 10 minutos y revisa ahora dónde se ubica el cabello. Si se encuentra flotando en la superficie del líquido, quiere decir que la porosidad es baja. Si está en medio del agua, significa que la porosidad es media. Si está hundido en el fondo, la porosidad es alta.
Necesitas hidratar tu cabello
Si la porosidad es baja, es decir, el cabello se encuentra en la superficie. Esto indica que la cutícula está cerrada, no absorbe la humedad fácilmente y, por ello, tiende a acumular restos de productos. Lo ideal aquí es usar vapor (como el de una toalla caliente) para abrir las cutículas, aplicar un combo de shampoo y acondicionador humectante y usar productos ligeros que sellan las cutículas nuevamente.
Necesitas llenar de proteína tu cabello
Solución si la porosidad es alta, es decir, el cabello está hundido en el fondo. Esta se trata de una cutícula abierta donde los activos de los productos entran y salen fácilmente. Lo podemos observar en un cabello opaco, con frizz, frágil y dañado. ¿Qué puedes hacer?
Colocar mascarillas o tratamientos de proteína cada tres semanas, evita bañarte con agua caliente, deja actuar el acondicionador por al menos tres minutos, y encuentra en los aceites espesos a tus mejores amigos, para sellar esa capa que le falta a tu cabello.
Sólo así obtendrás el mejor tratamiento para tu pelo. Lo que es cierto es que la porosidad va cambiando con el tiempo, por lo que es recomendable hacer el test de porosidad cada poco tiempo, o si comienzas a notar que tu tratamiento no está funcionando.