Como una oda a la improvisación, el jazz nace de las más estrictas y apretadas reglas de la música, en las que si no te permites fluir, no hay forma de dar con el compás. 

Más que un simple género musical, el jazz enmarca toda una cultura y visión del mundo en la que, desde la mirada marginada de la comunidad negra estadounidense, se asoman exquisitos momentos en los que el instante presente es el epicentro de cada nota que exhala de sus mejores músicos. 

Quizá Lorca tenía razón al decir que la única herencia buena que había dejado Estados Unidos al mundo era la de los rascacielos, cócteles y, por supuesto, la de la música jazz. 

Por eso, en el marco del Día Internacional del Jazz, celebrado cada 30 de abril, decidimos homenajear a este género. No sin antes recordar que se conmemora con el objetivo de mentalizar a la comunidad internacional de las virtudes del género como una herramienta educativa y una fuerza para la paz, unidad, diálogo y una mayo empatía entre las personas. 

Dentro de la aparente “simplicidad” que expresa e inspira, el jazz complejiza más de un sentimiento y un legado en el que la resistencia de una minoría permanece aún en nuestros días, en los formatos más humanos, en el de la música y la improvisación. 

Mientras los años transcurren y la música evoluciona en diversas dimensiones sonoras, desde sus estéticas y formatos, el jazz persiste desde su raíz originaria, por supuesto, con llamaradas de una contemporaneidad que se va narrando día con día, según su contexto. 

Si la música en general nos ha otorgado grandes leyendas a lo largo del camino, del jazz ni mencionar, pues trae una fila en la que grandes nombres aún nos sumergen con sus notas en el grácil legado que han dibujado. 

Sin embargo, fiel a su naturaleza, el jazz persiste y ahora te contamos de tres de los mejores jazzistas contemporáneos que han sabido respetar la esencia original, desde su creatividad y el contexto actual, tanto en los formatos tecnológicos como discursivos. 

Angelique Kidjo

La cantante originaria de Benin, ha enfocado su música en sonidos entre el jazz, el funk y R&B, como también ha añadido toques latinos y de tradición africana del lado oeste. Sin duda su voz ha revolucionado a la industria, pues contiene toda una actitud y un estilo único, en el que incluso nos remontan a la entrañable Billie Holiday. 

De hecho, en 2018 Kidjo fue nombrada como la Maestra del Jazz por la prestigiosa Universidad de Harvard, y hasta ahora ha sido una de las mujeres más influyentes del mundo. 

Esperanza Spalding

Se trata de una excelente contrabajista y cantante de jazz y música experimental. Nacida en 1984, en Oregon, Spalding ha sido reconocida múltiples veces. De hecho, es bastante conocida por haberse llevado el Grammy de Mejor Nueva Artista en 2010, arrebatandoselo a Justin Bieber y Drake. 

Igualmente en 2019 ganó su cuarto Grammy gracias a su álbum de jazz vocal 12 Little Spells, mismo que se divide en cuatro partes a las que ella nombró “revelaciones convertidas en sonidos, palabras, imaginario e interpretaciones que curan”. 

Robert Glasper

Se trata de un productor y pianista estadounidense que nos transporta a los orígenes más primitivos del jazz, para después dar la vuelta y regresarnos al momento presente. Hasta el momento ha sido merecedor de cuatro grammys y ha recibido nueve nominaciones en ocho categorías distintas. 

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