La fotografía es un portal a mirar el mundo desde una cierta sensibilidad artística, lo que nos permite mirar de forma distinta, sumergirnos en mundos que no necesariamente existen. Sin duda, esta bella arte es una de las favoritas, ya que no necesita muchas palabras para expresar aquello que el artista desea.
En este sentido, y dispuestos a indagar en las visiones fotográficas actuales, hablemos de los mundos creados por tres artistas contemporáneos por medio de la fotografía.
La soledad de Steven Brooks
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Steven Brooks es un fotógrafo estadounidense, ubicado en Seattle especializado en retratar paisajes urbanos. La fotografía fue una salida para explorar su fascinación por la luz tal y como la percibimos, además de interesarse por los ambientes naturales y los paisajes urbanos.
Brooks se siente especialmente atraído por las zonas periféricas, donde realmente empezaron a formarse las ciudades, las carreteras secundarias. Sus tomas están llenas de nostalgia y soledad.
Lugares donde sobreviven los pequeños negocios marginales, los moteles, las tiendas de coches de segunda mano, las casas de empeño y los clubs de striptease.
Cada fotografía es una mirada a espacios desérticos, como suelen abundar en Estados Unidos, y que en estos tiempos donde la soledad y la alienación han tomado un nuevo sentido.
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La nueva fotografía de moda de Mous Lamrabat
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Mous Lamrabat es un fotógrafo que ha encontrado en la moda, un lugar perfecto para abordar con ironía la sociedad de consumo, combinando el lujo más ostentoso y la falsificación en función de las referencias culturales marroquíes.
La mayoría de sus modelos, con rostros y cuerpos enmascarados, figuran en escenarios naturales de paisajes marroquíes, el desierto es una constante en su trabajo. El objetivo de Lamrabat ha sido mostrar la cultura marroquí desde el mundo de la moda.
En la obra de Lamrabat, la belleza y el sentido de la esperanza son fundamentales. Su trabajo es inspirador y, a veces, es una fusión de su vida en la diversidad, que utiliza la belleza y el humor para crear nuevas y poderosas historias relacionadas con asuntos importantes como el racismo, la religión y los derechos de la mujer con el arte.
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La onírica noche de Masashi Wakui
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Tokio ha sido por décadas un lugar onírico por excelencia, rozando en cada neón con el cyberpunk que decenas de cinematógrafos han imaginado. En este sentido, el japonés Masashi Wakui, fotógrafo autodidacta, ha encontrado en su ciudad natal el espacio perfecto para hacernos soñar.
No sólo son las composiciones, sino los colores y los paisajes que parece que sólo ocurren en Tokio. Donde las calles, las multitudes, las sombrillas y los neones están en comunión. En cada composición de Wakui esperamos ver un holograma que nos pregunte si nuestro día fue muy difícil.
Un cuento de hadas cyberpunk, donde la melancolía y la frialdad encuentran una inquietante atracción.
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FOTO: Jezael Melgoza en Unsplash