Descubrir y jugar con nuevos juguetes es emocionante tanto para niños como para adultos. De niños pasábamos horas y horas con las figuras de acción, automóviles, muñec@s, juguetes digitales, bloques de construcción, luchadores de plástico, trompos, juegos de mesa y muchos más. Eran valiosos y les dedicábamos nuestro dinero (o los padres), tiempo y espacio vital. Nuestra interacción con los juguetes detonaba una muy singular imaginación, sin más, nos introducía a sueños en los cuales podíamos elegir, como en la vida. Cada uno de los niños emplea los juguetes y destacaba sus características simbólicas, antropoformizadas o no, para de manera inconsciente revelar facetas de su personalidad. Cuando uno se emocionaba con un soldadito en acción, uno era el soldadito, y la creatividad así nos invadía y transformaba el mundo.
Al jugar uno se posesiona de los juguetes, como hacen los demonios y fantasmas con Annabelle y otras muñecas del cine de terror genérico, para enfrentarse a nuevas o desconocidas facetas personales, proyectadas en los diversos juguetes y situaciones. No había distinción de lo que era real, como en los estados oníricos, para en automático representar historias que nacían por montones, sin esfuerzo. Nada raro, jugar es una parte cotidiana de la vida familiar.
Si el juego se traduce a la pantalla grande, abordado por una empresa como Pixar, cuyo trabajo revela una constante dedicación y conocimiento, no solo de psicología, pedagogía o situaciones humanas, sino de una maestría técnica, narrativa y atenta al detalle, no resta más que pensar en todo lo que Toy Story 4 representa. Es una película, pero es más que una película.
PRECAUCIÓN: A CONTINUACIÓN SPOILERS DE TOY STORY 3
En esta cinta llegamos a los días más importantes en la vida de Woody, después de que el destino llevara a su “dueño” o amigo humano, Andy, a la universidad al final de la tercera entrega, para recordar cuando mira hacia atrás por última vez. En el portal Den of Geek mencionan: “Woody, el juguete, siempre coloreará los recuerdos de crecimiento de Andy”. Al final de Toy Story 3, Andy le da las gracias antes de continuar su vida, ofreciendo sus juguetes a su hermana pequeña, Bonnie.
El desafío de Toy Story 4 es tremendo. Ha pasado casi una década desde la última película y el director Josh Cooley no solo ha preparado una nueva aventura en el universo de Toy Story, sino un nuevo capítulo en la vida de su protagonista central: Woody, quien todavía tiene una vida por vivir, tal vez incluso por comenzar.
En reportes ofrecidos por medios invitados a disfrutar 40 minutos del filme, a diferencia de su yo más joven y necesitado (en las primeras películas), Woody acepta que ya no es la ley, no importa la insignia, y hará lo que sea mejor para Bonnie.
De esta manera llega el nuevo tráiler de Toy Story 4, en donde destaca el juguete con la voz de Keanu Reeves, llamado Duke Caboom. Es un pesado pero también el juguete perfecto para ayudar a localizar al juguete perdido que detona la acción. El último trailer de Toy Story 4 también parece explorar temas vitales para cualquier espectador, más si pensamos en las proyecciones psicológicas, por ejemplo, la forma en que los juguetes se ven en su interior, que se cuestiona de manera hilarante.
De esta manera Toy Story 4 sigue a Woody, Buzz Lightyear, Bo Peep y el resto de los pequeños amigos de Andy (que ahora pertenecen a Bonnie) mientras, junto con Duke Caboom, se aventuran a encontrar a Forky, el juguete improvisado favorito de Bonnie.
Toy Story 4 se estrena en cines el 21 de junio.
Imagen principal: DIsney/Image.net