Correr es uno de los ejercicios más liberadores que existen en el mundo, ¿por qué? Simple y sencillamente, porque se trata de uno que está intrínsecamente arraigado a nuestra propia naturaleza. Es decir, al principio de todo, cuando la humanidad comenzaba a existir, correr era un método de supervivencia en muchos sentidos, para conseguir alimento, escapar de volverse presas, y hasta por puro placer.
Hoy en día, quizá no tengamos que huir de ninguna criatura salvaje, ni mucho menos correr por nuestros alimentos para cazarlos. Sin embargo, correr sigue siendo una actividad recreativa que nos ayuda a liberarnos del estrés, a mantenernos de manera saludable y a mantener nuestra figura.
Además, tomemos en cuenta el hecho de la situación de pandemia que vivimos. Es decir, el confinamiento nos ha llevado a lugares en los que el estrés quizá nos ha estado acosando, por eso correr es ahora una de las mejores opciones para recuperar nuestra salud mental y física. Mientras todo regresa a como lo conocíamos (o más o menos), por ahora tomemos en cuenta los mejores tips para empezar nuestra rutina y correr… sin correr ninguna clase de riesgo.
Identifica tus límites
Antes de iniciar cualquier rutina de ejercicio, es importante que reconozcas tus límites. Es básico que conozcas tu estado de salud, y que seas consciente de qué tanto esfuerzo puedes hacer, según tu cuerpo. Claramente, esto costará al inicio, pero poco a poco irás recuperando tu condición física y reconocerás las nuevas limitaciones.
En este punto, es importante que si padeces de alguna enfermedad, o presentas algunos síntomas o signos de enfermedad, mejor visites a tu médico.
Personaliza tu entrenamiento.
Las lesiones previas, la ganancia de peso durante el confinamiento, el periodo de inactividad, la pérdida de masa muscular en estas semanas o los ejercicios realizados en casa con una técnica deficiente son algunos de los factores de riesgo que predisponen a las lesiones si no se realiza un entrenamiento progresivo e individualizado. Una o un educador físico deportivo puede ayudarte a adaptar y personalizar tu programa de entrenamiento.
Calienta
Es fundamental que antes de iniciar hagas un calentamiento inicial, con cuidado de no lastimar tus músculos.
Cumple las recomendaciones sanitarias necesarias
Ahora tenemos la oportunidad de salir al aire libre, y poder aprovechar del espacio para realizar ejercicio, como ciclismo, patinaje, natación en aguas abiertas, etc. Sin embargo, es importante apegarnos a las medidas que la OMS ha establecido para hacerlo.
Recuerda utilizar tu cubrebocas en las actividades que puedas usarlo, y siempre con distanciamiento apropiado. La distancia interpersonal debe ser de al menos 2 metros, en ausencia de viento, caminando rápido se debería mantener una distancia de al menos 5 metros para evitar cualquier posibilidad de contagio, y corriendo se debería ampliar hasta un mínimo de 10 metros.
Acortar la zancada
Es importante dar más pasos por minuto (180, el número ideal, aunque depende de diversos factores) reduciendo su extensión puede contribuir a correr más eficazmente. De esta manera, guardas la energía que gastarías intentado cubrir más terreno con cada paso.
Relajar los brazos
En el ejercicio de correr los brazos cumplen una función vital, pues sirven para coordinar y equilibrar el cuerpo. Sin embargo, tensar los hombros y doblar demasiado los codos demandará de un mayor esfuerzo. La técnica es fundamental: cuidar la oscilación y el desplazamiento contribuye a optimizar el consumo de energía. Los brazos deben tener una flexión a la altura del codo hasta formar un ángulo lo más cercano a los 90 grados.
Mirada
También es importante enfocarnos en la mirada. Para empezar manter la vista fija en un objetivo frontal y no hacia los costados puede hacer que la distancia a recorrer se sienta más corta y más fácil, promueve una sensación de cercanía con la meta impuesta.
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