El rock nos ha regalado subgéneros para todos los gustos, existe en formas tan diversas como el heavy metal, el punk, el post-rock, el rock psicodélico y muchos otros. Posiblemente su género más controversial es el llamado rock progresivo que se originó a finales de los años 60 como consecuencia del surgimiento de la evolución del rock psicodélico. Se trata de una auténtica esponja musical, capaz de absorber, amalgamar y destilar un sinfín de influencias. Si algo caracteriza al rock progresivo es su voluntad de mestizaje es su falta de complejos a la hora de aceptar otras influencias musicales, que incorpora a la estructura básica del rock. Así, ya sea desde la primera psicodelia (de la que deriva en buena parte), pasando por el blues y el jazz, el pop, el folk y el hard rock, la música electrónica y de vanguardia y sin olvidar por supuesto la música clásica en sus mil y una acepciones, el rock progresivo se atrevió (y en ello sigue) a derribar barreras estilísticas con sonoridades nuevas y atrevidas, dejando paso abierto a la explosión sonora, a la psicodelia que explora los sentidos, a las estructuras musicales serias y a su amalgama, que recorre los poros del cuerpo. 

Las primeras experimentaciones fueron de Frank Zappa y the Mothers of invention a mediados de los años 60, la poesía de Bob Dylan, las armonías vocales de The Byrds y los arreglos de los Beach Boys y pospuesto lo hecho por The Beatles de 1966 en adelante, fueron fundamentales para el surgimiento del género. También merecen una mención honorífica agrupaciones como Pink Floyd, Jethro Tull, King Crimson o Genesis, algunas de las bandas clásicas del género más reconocidas. Hoy en día existen muchas agrupaciones que decidieron adentrarse en las fauces creativas del progresivo y así continuar con el legado.  

The Pineapple Thief, decidió afrontar este reto. Hablamos de la agrupación inglesa formada en 1999 como un proyecto solista de su cantante, compositor y líder Bruce Soord, para posteriormente en 2002 reclutar a músicos permanentes que formaran parte oficial de la banda y no solo fungieran como invitados. Desde entonces, la reconocida banda de rock progresivo y alternativo ha lanzado 12 álbumes de estudio, siendo Dissolution (2018) el más reciente, del que se desprenden los exitosos temas “Threatening  War” y “Far Below”. 

Abducting The Unicorn (1999), fue la primera obra material del talento aún, en forma individual. La crítica especializada lo catalogó como la piedra angular de una nueva era, una progresiva. Las reacciones no se hicieron esperar, las casas disqueras se abalanzaron para fichar a Bruce. Este hecho marcó un antecedente no solo en su carrera ya que, gracias a su aportación, también voltearon a ver a quienes compartían las mismas ideas que el vocalista.

Actualmente, The Pineapple Thief cuenta con un extenso y variado catálogo musical, cada uno tiene vida propia, contiene una esencia especial y única. Te recomendamos escucharlos todos, pero si quieres una sugerencia específica, escucha Little Man (2006); es un trabajo íntimo, una plática acerca del duelo que vivió Soord con la muerte de su hijo. 

Como anteriormente mencionamos Dissolution es el último disco de la agrupación, un trabajo que habla sobre la influencia (negativa) que las redes sociales han creado en la sociedad desde su aparición, cómo las interacciones de los seres humanos han sido totalmente transformadas debido a la aparición de este tipo situaciones desde que internet apareció. 

Este álbum inspiró a la agrupación a salir de su territorio en búsqueda de nuevas fronteras, a visitar lugares a los que nunca había ido, uno de ellos nuestro país. Así es, los ingleses arribarán éste 4 de diciembre en el Lunario del Auditorio Nacional. Actualmente, el cuarteto está complementado por el bajista Jon Skyes, quien está en la banda desde 2002; el tecladista Steve Kitch, que se uniera en 2005, y el aclamado baterista Gavin Harrison, quien oficialmente se unió a The Pineapple Thief en 2017, y quien tiene fama mundial por ser el ex-baterista de Porcupine Tree, y uno de los 3 bateristas reclutados por Robert Fripp para la alineación actual de King Crimson. 

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