Taylor Swift es una de las artistas más conocidas del mundo, y por un tiempo, fue la mujer que canción que lanzaba, canción que se volvía un hit enorme.
De igual forma, ha estado bajo el ojo público por cuestiones que van más allá de su música, muchas de las cuales ahora ya las cuestionamos, pero hace unos años eran sinónimo de mucho odio colectivo.
Y sí, muchas de las cuestiones por las que Swift fue puesta bajo la lupa mediática eran cuestiones machistas, como la cantidad de personas con las que salían, temas relacionados con su aspecto físico, las letras de su música, la comparación forzada con otras mujeres…
Así pues, en Lover, séptimo álbum de Swift pero el primero en el que ella tiene derechos sobre todo, hemos visto muchas transformaciones, tanto públicas como narrativas. Todo a raíz de una decisión de romper el silencio mediático, tal vez por cansancio, hartazgo o empoderamiento.
Una incógnita que podemos acercarnos a la respuesta en su documental Miss Americana.
Sea como sea, la mayor parte del tiempo ha comunicado estas decisiones desde la comedia, por lo que su propio statement frente al machismo que tanto la ha señalado, es una sátira pura y dura, con un centenar de easter eggs.
Escrito, dirigido y protagonizado por la propia Swift, este es el primer video bajo su total autoría, aunque ya la hemos visto codirigiendo sus videoclips, “The Man” es el primero en el que sólo ella es la mente detrás.
Así pues, en este video de un poco más de cuatro minutos, vemos a la oriunda de Pensilvania transformándose en El Hombre gracias implantes de plástico, maquillaje y efectos visuales. La historia está contada por viñetas, en las que podemos ver de forma exagerada ciertas actitudes que son aplaudidas por la sociedad cuando se trata de un varón.
Desde una clara referencia visual al macho alfa de El lobo de Wall Street, pasando por el invasivo “manspreading” y la celebración porque un hombre hace lo mínimo con sus hijos, hasta pedradas sutiles a los hombres que se apropiaron de sus masters recording.
Tal vez de lo más memorable del video es cuando El Hombre termina una escena, y Swift como directora le pide que para la siguiente escena sea más sexy y mucho más agradable, una crítica clara a lo que muchas mujeres en el medio han vivido al grabar contenido audiovisual.
Un video divertido que funge de continuación de la transformación discursiva de Swift frente al mundo.