Pocos actores han logrado mostrar su versatilidad como Gary Oldman, el actor británico ha dado vida a skinheads como en Meantime, asesinos, personajes históricos (Darkest Hour), moribundos y hasta al vampiro más famoso de todos los tiempos, gracias a su amplio registro dramático. No obstante parece ser que su mayor especialidad es dar vida a villanos retorcidos y personajes ambiguos que transitan por el lado más oscuro de la naturaleza humana.
Un claro ejemplo es su más reciente trabajo en The Courier (El Mensajero), que no debe confundirse con la película de Jeffrey Dean Morgan del mismo nombre. Ahora bajo la dirección de Zackary Adler (The Rise of the Krays) interpreta a Ezekiel Mannings, un criminal que vive en un lujoso apartamento de Manhattan, Nueva York y que, con un parche en el ojo y un amor por la música clásica, enfrenta un juicio y ha planeado matar al único testigo vivo de sus crímenes antes de dar el testimonio. El testigo de quien hablamos es Nick Murch (Amit Shah).
Mientras Mannings maneja los hilos para no ir a prisión, a pesar de estar en arresto domiciliario en Nueva York, Nick se mantiene bajo vigilancia por su inminente testimonio ante una fuerza de investigación conjunta en Londres. Es ahí donde aparece una mensajera (Olga Kurylenko) no identificada que, al descubrir que fue contratada para entregarle una bomba al testigo, se interpone en los planes de este criminal.
A punto de declarar Nick descubre que los guardias están liderados por el agente de Interpol Simmonds (Alicia Agneson), así como del Agente Bryant (William Moseley). El caos se produce cuando un Simmonds intenta matar a la mensajera (sí, aún sin nombre). Huyendo de la escena, ella extrañamente decide salvar a la víctima. Mannings inmediatamente envía un escuadrón para derribarlos a ambos, y la película cambia a una misión de escape. Los delincuentes tienen una hora para encontrarlos y matarlos antes de que llegue el respaldo policial. A contrarreloj, la mensajera debe usar todo su poder para evadir y burlar a sus atacantes antes de que ella y Nick sean asesinados.
A partir de aquí, la mayor parte de la acción tiene lugar en un estacionamiento oscuro. Lo que sigue es un sinfín de disparos y persecuciones. La única razón por la que Nick no muere en un combate cuerpo a cuerpo, intoxicación de cianuro y balas es porque la mensajera con una capacidad imparable de máquina de matar siempre salva su vida en múltiples ocasiones.
El realizador Zackary Adler mantiene el ritmo de las escenas de lucha. En cuanto a la historia, hemos visto esto antes, pero casi todas las historias ya se han contado y The Courier tiene suficientes episodios de derramamiento de sangre y balas para mantener entretenidos a los fanáticos del género.
The Courier llega a las salas de cine este 24 de enero.
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