“Hay cosas que las máquinas nunca harán. No pueden poseer fe, no pueden estar en comunión con Dios, no pueden apreciar la belleza, no pueden crear arte. Si alguna vez aprenden estas cosas, no tendrán que destruirnos. Serán nosotros.”

- Sarah Connor.

En distintos medios se ha recogido uno de los temas constantes del “Universo Terminator”: la perspectiva de las máquinas, que han evolucionado hasta el grado de exhibir más y más rasgos humanos, específicamente, emociones. Parece un aviso, sino es que descripción detallada de las proyecciones del futuro de las máquinas conocidas y I.A.s que han logrado, o parecen haber logrado, dichos rasgos.

No podemos responder fácilmente cuáles las posibilidades, vertientes y peligros de la I.A., porque tampoco podemos responder qué le da a los seres humanos su valor y dignidad inherentes o, como menciona el usuario T-888-Engineer en terminator.fandom.com, “¿qué es lo que hace que un ser humano sea un ser humano?”. Sin duda a veces el futuro no parece prometedor, menos cuando observamos tantos y tantos riesgos tecnológicos y económicos, y cerramos los ojos ante los desposeídos o las nuevas configuraciones sociales, no obstante:

“Hay un futuro no contado por delante, y por primera vez lo enfrento con un sentido de esperanza. Porque si una máquina, un Terminator, puede aprender el valor de la vida humana, tal vez nosotros también podamos”.

- Sarah Connor.

James Cameron dijo una vez que los Terminators son “ya mitad humanos” y comparó al T-800 (Arnold Schwarzenneger) de T2 con el hombre de hojalata que recibió su corazón, zanjando que estos entes son capaces de desarrollar su propio sentido del yo, que deben descubrir por sí mismos, como también hago yo y seguro quien lee estas oraciones.

Nuestros cuerpos asimismo son máquinas altamente evolucionadas, hechas de moléculas orgánicas y controladas por un procesador de red neuronal bioeléctrico. En una lógica comparativa con las máquinas, nuestra humanidad entonces no surge de esta condición, sino de otra: la mente. Esta abstracción, misterio sino es que realidad inalcanzable puede provocar escalofríos, una sensación gélida, pero ayuda a seguir luchando y descubrir más sobre lo que realmente está sucediendo, quizás, quién es uno. Parece como buscar la verdad, somos como soldados que luchan por la libertad, ¿seremos capaces de tocarla?

Hoy así recordamos que Arnold Schwarzenegger dijo que volvería desde la primera película de Terminator en 1984. 35 años después, eso se ha vuelto a hacer realidad. Con esto el primer tráiler de Terminator: Dark Fate reúne al robot T-800 (Schwarzenegger) con Sarah Connor (Linda Hamilton) mientras presenta nuevos personajes a la franquicia, incluyendo a Mackenzie Davis como un nuevo híbrido entre un Terminator y un humano, y Gabriel Luna (Agents of S.H.I.E.L.D.) interpreta al nuevo robot homicida. El filme también marca el regreso del director James Cameron a la franquicia, esta vez como productor, mientras que Tim Miller (Deadpool) se coloca detrás de la cámara. Cabe aclarar que aunque esta es técnicamente la sexta entrega en la franquicia Terminator, funciona más como una secuela directa de T2: Judgement Day.

Sin duda esta una de las películas más esperadas del año, sino es que también un aviso, una oportunidad para preguntarnos: ¿qué es exactamente lo que nos separa de la máquina?

"Terminator: Dark Fate" llegará a los cines el 1 de noviembre.