La era Tauro ha llegado, y eso significa un ciclo de transformaciones para cada signo zodiacal. Además, no olvidemos que el próximo 30 de abril habrá eclipse, por lo que no hay duda de que esta temporada está dispuesta a darnos una buena sacudida a todos. 

De acuerdo con las estrellas y sus estudiosos, este ciclo hará que nos sintamos con una energía encaminada hacia lo práctico, el realismo y además es una gran oportunidad para enfocarnos en el autocuidado. 

La fase Tauro de este año viene con toda la energía transformadora, sobre todo por el eclipse. Lo que también puede significar cambios repentinos, sacudidas, dramas y revelaciones. 

Más allá de lo que la temporada representa, hablemos de este signo y sus nativos. Aquellos seres obstinados, dados fácilmente a los valores tradicionales y realmente protectores. Su planeta regente es Venus, lo que le hace sentirse atraído por los sabores de una buena comida. Sin embargo, y al contrario de lo que se dice, los nativos de este signo tampoco corren hacia la gula, pero sí hacia los sabores exóticos. 

Son amantes del campo, de la naturaleza y todo lo que representa la paz campestre. Es decir, si va de vacaciones siempre optará por huir a los espacios abiertos del campo y lo natural. De hecho podríamos decir que si conoces a alguien que tiene un huerto o algo por el estilo, seguramente es Tauro o tiene su ascendente en este lugar del cielo. 

Además de todo lo “hippie” que pueda sonar este signo, también debemos apuntar a que se trata de uno muy poco adaptable a los cambios repentinos, ya que se encuentra muy apegado a sus orígenes; esto no quiere decir que no guste de viajar o conocer más allá del horizonte, pero sí está claro que  la idea de “volver a casa” lo sostiene dentro de su ecuánime aventura. 

Por lo general, los Tauros son buenos amigos por largos años. Sin embargo, dos de sus mayores defectos de este signo son: los celos y el cólera a raíz de ellos. Pero por otra parte, este signo es metódico, ahorrativo. 

Ya sabiendo lo que nos deparan estas fechas y lo que este signo representa en el mundo, ahora hablemos de la literatura. ¿Qué libro sería Tauro o tendría algo de tauro en su carta astral? Descubre qué novelas o poemarios serían este signo si de eso se tratara. 

La insoportable levedad del ser, Milan Kundera

Se trata de un clásico de la literatura contemporánea, y aunque así sea, no muchos lo han leído y qué mejor momento que ahora, en el que la tauro season pone a flor de piel todos nuestros sentimientos y emociones. Sobre todo si hablamos de vínculos afectivos, en donde los personajes de este libro los desbordan de maneras dramáticas, pero humanas. 

Milan Kundera, el autor de esta emblemática novela, nos cuenta una “extraordinaria historia de amor, o sea de celos, de sexo, de traiciones, de muerte y también de las debilidades y paradojas de la vida cotidiana de dos parejas cuyos destinos se entrelazan irremediablemente”. Se trata de una novela filosófica en la que el hilo conductor nos lleva a vernos, irremediablemente, en el espejo. 

Vergüenza, Martha Mega

La poeta mexicana, Marta Mega, lanzó un poemario en el que podemos ver esta nostalgia de querer viajar con la promesa de regresar a casa. Igualmente, retrata cómo los vínculos afectivos pueden ser el epicentro para nuestra catarsis interna. 

En palabras de la escritora Sara Uribe, “estos poemas son vidrio quebrado, cardos, ladridos, grietas, un techo a punto de caer encima de nuestras cabeza: terremotos diminutos. En ellos el exilio, el desenfado salvaje, el amor en tiempos de Tinder, el canto o aullido o los fantasmas de la ausencia; pero sobre todo la enunciación de un presente en el que más que vivir se sobrevive”. 

Las Olas, de Virginia Woolf 

Si bien, esta novela quizá tenga más características de otro signo, retomo el título a consideración del amor a la naturaleza y el campo silvestre con el que tanto sueña cualquier nativo de Tauro. 

“La novela desarrolla, al compás del batir de las olas en la playa, seis monólogos interiores, a veces discrepantes y aislados, otras veces casi en coloquio concordante, en los que se formulan, desde su infancia hasta sus últimos años, seis vidas múltiples y dispares”. 

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