Todo lo que hemos visto en los signos anteriores sobre su fuerza expansiva, vitalidad, voluntad y sus ápices de jovialidad, cáncer los contrae hacia sí mismo para retornar la mirada hacia el interior y potencializar la introspección.

Hemos llegado la “cáncer season” y todas nuestras emociones lo saben, aquel torbellino que comienza a nacer entre nuestras entrañas ya advierten la inevitable tormenta emocional. Esta temporada abarca del 22 de junio al 22 de julio. 

Se trata de una oportunidad para agilizar nuestros sentidos y replantearnos qué y cómo lo estamos haciendo. ¿Qué queremos trabajar de nosotros mismos? Todos los nativos en cáncer se caracterizan por su extrema sensibilidad, pero su amena liviandad contraída hacia su propio mundo, refugiándose del exterior entre sus pensamientos y emociones. 

Grandes figuras en el mundo de las artes imperaban este signo, tal son el caso de Franz Kafka, Ingmar Berman y Pablo Neruda, quienes desde su visión sensible y aguda al mundo lograron traducir su mundo interno hacia el exterior de manera asertiva. No por nada, por ejemplo, Neruda es considerado el padre de la metáfora y sus mil hallazgos entre figuras cotidianas y el mundo etéreo que a veces evoca la poesía. 

Es por eso que hoy, ya entrada esta temporada, te recomendamos tres libros que debes leer si eres nativo de este signo o te interesa entender a alguien nacido en ese signo. Bajo esta línea, en la que la visión introspectiva se adentra hacia un universo de posibilidades para enfrentar el exterior, hacemos esta breve lista, para cuestionar nuestra propia narrativa y la manera de abordarla ante lo real. 

Como diría el poeta portugués, Fernando Pessoa, “¿Qué sé yo de quién seré, yo que no sé quién soy? ¿Ser lo que pienso? Pero ¡si pienso ser tantas cosas! ¡Y hay tantos que piensan ser lo mismo que no puede haber tantos!”

El libro del desasosiego, Fernando Pessoa

De golpe arrancamos con una de las novelas autobiográficas inacabadas más importantes en la historia de la literatura y la vida misma, del anteriormente mencionado poeta, escritor y ensayista portugués, Fernando Pessoa. 

Esta novela comenzó en 1913 y fue escrita por uno de los tantos heterónimos de Pessoa: Bernardo Soares. Se trata de una autobiografía inacabada y todo experto del autor intuye que el heterónimo fue un pretexto, pues casi podríamos entender a este libro como el mero relato de la vida de Pessoa mismo. Un libro para la vida, no lo leas de corrido, podría darte indigestión metafísica. Sin embargo, no dejes de leerlo, pues aquella mirada introspectiva se desborda en estas páginas. 

La elegancia del erizo, de Muriel Barbery

Hablamos de la segunda novela de la escritora francesa, Muriel Barbery (28 de mayo de 1969). Fue publicada en 2006 y se convirtió en uno de los éxitos de la temporada, pues vendió más de un millón de ejemplares y se mantuvo 30 semana en el primer lugar de ventas. 

Una historia conmovedora, fácil de leer, pero en la que es inevitable no empatizar de manera cercana con la protagonista. Sin duda, una historia que atraviesa toda una reflexión interna entre las dos protagonistas, quienes te harán tener la visión ingenua y amarga de la vida, con un conciliador desenlace para entender y atesorar el por qué de la vida. 

“En el número 7 de la calle Grenelle, un inmueble burgués de París, nada es lo que parece. Dos de sus habitantes esconden un secreto. Renée, la portera, lleva mucho tiempo fingiendo ser una mujer común. Paloma tiene doce años y oculta una inteligencia extraordinaria. Ambas llevan una vida solitaria, mientras se esfuerzan por sobrevivir y vencer la desesperanza. La llegada de un hombre misterioso al edificio propiciará el encuentro de estas dos almas gemelas”. 

Yo el gato, de Natsume Sōseki

Natsume Sōseki (1867– 1916) sigue siendo uno de los escritores más queridos de Japón, y ha logrado enternecer a Occidente. Su narrativa pulcra, con la amenidad y fluidez de sus historias, nos llevan adentrarnos a cada uno de sus personajes y escenarios. 

Con una inteligencia sutil y crítica, Yo el gato es una de sus novelas más emblemáticas y nos remonta al tema de la mirada interna que busca protegerse del mundo externo a partir de una sutil y agraciada, pero sobre todo satírica, historia sobre un gato. 

“Bajo la implacable férula de un gato que se presenta con un yo mayestático y petulante, la novela suscita, además de sonrisas, inquietud en torno al eterno conflicto entre la horma cultural indígena y el modelo de civilización traído del exterior”. 

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