Nada puede asustarnos o conmovernos más que la leyenda debajo del título: “basada en hechos reales”, ya sea una película, una serie o un buen libro, esto siempre nos atrapa de diversas maneras
Más allá de que las ficciones nos otorguen espacios de dispersión y entretenimiento, también nos dan momentos de paz y reflexión sobre preguntas profundas y superfluas de la vida. Sin embargo, no hay como afrontar la realidad de manera directa y concisa con historias que, de hecho, pasaron.
Es decir, no siempre la veracidad de una historia es el factor clave para que nos arrebate, o nos deje echando chispas de cualquier sentimiento, sino que es más la historia en sí. Sin embargo, las olas se sienten mucho más intensas cuando esta historia se inspiró en una real.
Porque cuando reparamos en que la narración que nos presentan en realidad estremeció a sus personajes en la vida real, no hay vuelta atrás para que nuestra cajita de empatía se alborote más de lo normal.
No es que con la ficción no suceda, pero sin duda es diferente. Pensemos en el entrañable Diario de Anne Frank. No significa que una ficción sobre el tema no puede desgarrarnos el alma por igual, pero el hecho de que se trate de una historia real puede causar un efecto mucho más poderoso.
A veces la experiencia directa nos adentra en la historia de una manera mucho más pura y cercana que cuando se trata de una ficción. Es por eso que el género documental también tiene su punto clave para contar historias reales que aturden el mundo. No es lo mismo leer el periódico que leer una novela en la que pasan cosas terribles, pero donde al final no son reales.
Además, no todo se trata de un drama o una tragedia, sino que también hay historias inspiradas en hechos reales que nos invitan a soñar y mantener viva la esperanza. Todo se trata de un punto medio, en el que la ficción y la no ficción pueden convenir. La autenticidad de las historias también nos ofrecen un panorama mucho más real que nos permite llevar a nuestros pensamientos a terrenos que antes no habíamos ni imaginado, por lo que es importante siempre estar en contacto con aquellas historias que, de hecho, fueron reales en algún punto.
Por eso ahora te invitamos a tener una lectura con hechos reales, desde crónicas periodísticas, investigaciones policiacas, estudios psicológicos y demás, para que te sientes un momento a encarar el mundo desde la literatura no ficticia.
Viaje al fin de la noche, de Louis Ferdinand Céline
Se trata de una obra autobiográfica del autor francés, Louis Ferdinand Céline, en la que cuenta de primera mano su experiencia en la Primera Guerra Mundial, a través de un personaje al que ha decidido nombrar Fernandinho Bardamu. En esta obra denuncia la cobardía, absurdidad y los infames retos que sufrió a lo largo de este trágico episodio en la historia de la humanidad.
Paula, de Isabel Allende
La afamada escritora chilena, Isabel Allende, creó esta enternecedora novela inspirada en la historia de su hija Paula, enferma de porfiria y condenada a estar paralizada. Además, retrata el matrimonio de sus padres, su viaje a Europa, su adolescencia y demás momentos importantes a lo largo de su vida.
Aquí vive el horror, la casa maldita de Amityville, de Jay Anson
Después de que la familia Lutz comprara una casa a las afueras de Nueva York, en 1975, descubrieron que no habían comprado cualquier casa, sino una en donde se habían producido un asesinato múltiple. Durante un mes viviendo ahí, la familia afirma haber escuchado voces y haber sentido presencias, por lo que decidieron abandonar la casa. Jay Anson toma la iniciativa de recopilar los hechos y plasmarlos en una novela que, al final de todo, se basa en los testimonios reales de la familia.
La chicas de alambre, de Jordi Sierra i Fabra
Se trata de un relato basado en hechos reales, que centenares de periodistas lo consideran un homenaje claro al periodismo. Jordi Sierra “narra la historia de Jonatan Boix, hijo de Paula Montornés, propietaria y directora de Zonas Interiores, encargado de investigar la desaparición de una modelo, pocos años después de la muerte de dos de sus amigas, Cyrille y Jess Hunt, para preparar un reportaje. Una impactante historia que no te dejará indiferente”.
A sangre fría, de Truman Capote
Se trata de un clásico de la literatura, en el que Capote relata la historia real de un asesinato múltiple en el pueblo de Holocomb, Estados Unidos en 1959. A lo largo de las páginas, percibimos como Capote decidió vivir una temporada por la zona para conseguir la mayor información del asunto. Sobre ello, también vemos como cuestiona profundamente el sistema judicial montándoselo en una dimensión psicológica profunda.
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