El lenguaje es una de las barreras más definidas en la humanidad. A pesar de que si tenemos el dinero suficiente podemos conocer el mundo que habitamos, es complicado llegar a cualquier lugar y sentirse en casa, más allá de la cultura, el idioma siempre supone un problema.
Poder comunicarnos de forma eficaz y neutral en cualquier parte del mundo ha sido un sueño que la humanidad ha buscado desde tiempos inmemoriales. Tal vez en la búsqueda del lenguaje único que se menciona en la Biblia antes de la Torre de Babel, el médico L. L. Zamenhof quiso crear un idioma universal en el mundo, el Esperanto.
Este idioma no llegó ni de cerca al alcance que Zamenhof buscaba, tal vez porque era un oftalmólogo, y no tenía en claro una de las principales características de una lengua, que es un ente vivo que va evolucionando, mutando y cambiando según los propios hablantes.
Esta es la principal razón de que, por ejemplo, en Brasil y en Portugal se hablen distintos tipos de portugués, y en algunos puntos del país sudamericano, es simplemente imposible comunicarte en este idioma.
Así pues, claramente la opción no es crear un idioma universal, ya que a pesar de que el inglés en estos tiempos se trata como tal, sólo en lugares muy cosmopolitas, es una ley de que puedas darte a entender a la perfección en este idioma.
Simplemente en México, a pesar de que Estados Unidos es el vecino más grande, no es común que un extranjero pueda llegar a cualquier lugar de nuestro extenso país y hablar en inglés para comunicarse a la perfección.
Simplemente, ni siquiera hablando español, el idioma más hablado en nuestro país, podemos ir a cualquier rincón y comunicarnos eficazmente.
Por ello es que ahora se busca la traducción, una forma más amigable y fácil en la que los seres humanos podamos entendernos, y ahora gracias a la tecnología podemos tener estas herramientas en la palma de nuestra mano.
Uno de los proyectos que más resalta es Masakhane, un esfuerzo que busca traducir los miles de idiomas que se hablan en lo largo y ancho del continente africano. Un proyecto titánico, ya que se estima que en el mundo, se hablan siete mil idiomas, de los cuales dos mil se encuentran en África. Pero la tecnología avanza y existen herramientas como el Procesamiento de Lenguaje Natural (NLP, por sus siglas en inglés, Natural Language Processing).
“El Procesamiento del Lenguaje Natural es el campo de conocimiento de la Inteligencia Artificial que se ocupa de investigar la manera de comunicar las máquinas con las personas mediante el uso de lenguas naturales, como el español, el inglés o el chino.”, según el Instituto de Ingeniería del Conocimiento, ubicado en España.
En pocas palabras, se busca recabar una base de datos de los dos mil idiomas hablados en África para desarrollar modelos de traducción, principalmente al inglés. El proyecto se compone de tres fases: desarrollar los modelos, aplicar los modelos a los diferentes idiomas y presentar el trabajo en diferentes conferencias para "poner a África en el mapa de NLP" y "traducir Internet y su contenido a nuestros idiomas y viceversa".
Definitivamente lo más complicado es crear la base de datos, para poder procesarla según los modelos de IA. Y es precisamente la fase donde se encuentra el proyecto Masakhane, en la recogida de información y de datasets, por lo que aún tienen un camino largo que recorrer.
Aun así, a mediados de 2019, se presentaron los resultados de los modelos que ya crearon, los neural machine translation para cinco idiomas africanos, isiZulu, Sesoto sa leboa, Setswana, Xitsonga y Bantu.
Desde otra perspectiva, los llamados Juegos Olímpicos tecnológicos, es decir, Tokio 2020, busca hacer de su país un lugar para todos; y es que a pesar de ser un país primermundista, Tokio y en general Japón, adolece de conocimiento en lenguas extranjeras, incluido el inglés.
A pesar de esto, Japón está decidido a estar a la altura de su reputación de 'omotenashi' (hospitalidad) al proporcionar un ambiente acogedor para los millones de visitantes extranjeros que espera acomodar durante los Juegos Olímpicos de Tokio del próximo año.
Así pues, el país nipón es sumamente consciente de sus deficiencias, y es por ello que ha ocupado varios años para trabajar en las posibles soluciones de traducción.
Por ejemplo, el gigante electrónico, Panasonic, se ha puesto las manos a la obra con su dispositivo de traducción portatil Fukidashi. Con una pantalla en ambos lados del dispositivo y un pequeño soporte extraíble, los usuarios se sientan a ambos lados y conversan en sus respectivos idiomas, por ejemplo, japonés e inglés. En una pantalla, el dispositivo muestra una traducción al japonés de lo que dice el hablante de inglés y viceversa en la pantalla opuesta.
Aún es un prototipo, pero esperan que esté listo para antes de que inicie el evento deportivo.
Siguiendo esta misma línea, Panasonic creó el altavoz multilingüe Megahonyaku, el cual traduce del japonés al inglés, coreano y chino. Lo usa simplemente hablando japonés al micrófono, que una computadora incorporada traduce y emite (en forma amplificada) a cualquiera de los tres idiomas disponibles que seleccione. Precisamente para transmitir información a grandes cantidades de personas.
Las innovaciones tecnológicas no sólo provienen de empresas privadas, sino que el Instituto Nacional de Tecnología de la Información y las Comunicaciones, financiado por el gobierno de Japón, ha ideado una aplicación útil llamada VoiceTra, que ofrece traducción de texto en tiempo real en 27 idiomas.
Para 2020 se proporcionará traducción en voz en más de diez idiomas, y el software estará disponible en computadoras y teléfonos inteligentes, así como en máquinas en lugares turísticos.
Y estos son sólo un par de ejemplos de toda la tecnología de traducción que Japón está impulsando y creando para sus Juegos Olímpicos.
Sin duda, el mundo ha comenzado a dar pasos que nos acercarán a todos a vivir como ciudadanos del mundo y sentirnos en casa aunque estemos al otro lado del planeta.
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