Taylor Swift vs. Scooter Braun

Celebridades Calendario 05 jul 2019 Nora Morales

El domingo 30 de junio, Taylor Swift declaró en un post de Tumblr la alienación que muchos artistas viven en la industria de la música, nada nuevo bajo el sol, pensemos en Prince y la acción de cambiar su nombre a un símbolo impronunciable

Este caso es más profundo que los bandos que están volviendo a dividir a la industri a raíz de Taylor Swift, lo curioso es que aunque no lo hubiéramos sabido antes, toda estas polémicas tiene el mismo creador: Scooter Braun.

Pero vayamos por partes. Primero expliquemos en términos básicos lo que sucedió.

Taylor Swift firmó un contrato con Big Machine Records cuando tenía 15 años. Por lo general estos contratos son estipulados por una cantidad de álbumes, en otros casos por años, y actualmente existen otro tipo, los contratos 360, que aún son más alienantes

Sea como sea, es más que raro encontrar un contrato discográfico en el que el artista no salga perdiendo, muchos de los casos son niños los que se ven orillados por la esperanza de hacer lo que aman y por hombres con años de experiencia en la industria musical. 

Para poner un ejemplo corto, pensemos en Big Poppa, el exmanager y creador de los Backstreet Boys, quien obligó a las mamás a firmar el contrato sin una asesoría legal, ya que “era una única oportunidad”. Al final, los chicos estaban en la cima de la fama y no habían recibido ni un centavo.

También cabe mencionar que muchos de estos contratos son firmados a “perpetuidad” y “aplican en todo el universo conocido”; hay veces en las que mantienen a los artistas con deudas millonarias y cláusulas truculentas en las que no pueden rescindir del contrato sin pagar millones:

 

 

Así pues, Taylor Swift hasta el año pasado había estado bajo el ala de Big Machine Records, pero como seguramente pasó y ella indicó entre líneas, el fundador Scott Borchetta ya le había informado que pronto vendería la label. 

Por lo que decidió terminar con el contrato y conseguir uno que le permitiera tener posesión de su trabajo (en este momento con la influencia que tiene, puede hacerlo), el cual resultó ser con Republic Records.

Antes de continuar vamos a adentrarnos un poco en los derechos de las canciones (sólo un poco ya que son intrincados a propósito):

 

Una grabación musical abarca dos obras de copyright separadas: una es la composición [publishing] y la otra es la grabación maestra [master recording]. Como lo identifica Swift, las master recording son tradicionalmente propiedad de los sellos discográficos para siempre una vez que se firma el contrato, mientras que las composiciones generalmente son propiedad de los escritores (o sus editoriales).

 

Como ella misma explica en su comunicado, después de rogar y querer comprar los derechos de master recording, no le permitieron hacerlo, sólo si renovaba su contrato:

 

Durante años pregunté y supliqué por una oportunidad de poseer mi trabajo. En lugar de eso, me dieron la oportunidad de volver a firmar con Big Machine Records y 'ganar' un álbum a la vez, uno por cada uno nuevo que entregara. Me fui porque sabía que una vez que firmara ese contrato, Scott Borchetta vendería la label, vendiéndome a mí y mi futuro.

 

Como Swift continúa explicando, aceptó dejar su trabajo atrás con tal de que no comprometer su futuro. Aquí el problema mayor es que no fue cualquiera quién compró su trabajo y esfuerzo de años, sino fue Scooter Braun.

 

 

¿Quién es este hombre y por qué es lo que realmente le asquea a Swift?

Scooter Braun ha forjado una vida como manager y como empresario. Él es dueño de Ithaca Holdings, la compañía que absorbió a Big Machine Records y en consecuencia los derechos de Swift.

Aquí el punto más que interesante, es que dos de los clientes más notables de Braun son Kanye West y Justin Bieber. Ella misma lo detalló así:

 

Todo lo que pude pensar fue en la incesante y manipuladora intimidación que he recibido de sus manos durante años.

Como cuando Kim Kardashian filtró un fragmento grabado ilegalmente de una llamada telefónica y luego Scooter reunió a sus dos clientes para intimidarme en línea al respecto [se refiere a la foto subida por Justin Bieber que catapultó todo, el cantante publicó una imagen suya en Instagram mientras hablaba en Facetime con Braun y West con el título "Taylor swift what up"]. 

O cuando su cliente, Kanye West, creó un video musical como venganza, que desnuda mi cuerpo. Ahora Scooter me ha despojado del trabajo de mi vida, que no me dieron la oportunidad de comprar. Esencialmente, mi legado musical está a punto de caer en manos de alguien que intentó desmantelarlo.

 

Así pues, podríamos asumir que estas acciones fueron orquestadas por las propias estrellas involucradas, pero lo cierto es que creerlo resulta bastante inocente. Muchas de las celebridades son manejadas públicamente por un equipo de personas expertas, que saben qué hacer para alzar la popularidad de sus clientes. Y una de las formas más simples es con polémica.

Sólo basta con preguntarse quién salió beneficiado de todo ese huracán mediático. Claramente Swift no lo fue, y aunque trató de darle la vuelta con su álbum Reputation (2017), fue un semi fracaso, ya que no fue tan multipremiado y consumido como el resto de su discografía.

Pensemos que Instagram es una de las plataformas más rentables para una celebridad (un buen ejemplo es Kylie Jenner, es la mujer más rica gracias a Instagram, ya que con su influencia en la red social es que vende su maquillaje), y Taylor Swift después de todo el tsunami mediático tuvo que borrar todas su publicaciones, las cuales terminaron repletas de emojis de serpiente, así como bloquear la posibilidad de comentar en sus nuevas fotos.

Así pues, esta pelea más que crear “bandos” de celebridades (cabe recalcar que la polarización no es novedad), que parece ser lo más importante para el ojo mediático, es que se ha destapado una de las realidades más fuertes dentro de la industria de la música: los creadores de la música no son dueños de sus creaciones.

En este momento, Swift tiene el dinero y la influencia pública suficiente para comprar casi cualquier label, convertirse en empresaria como lo han hecho otras estrellas consagradas con millones en sus cuentas bancarias. Por lo que nos preguntamos, ¿por qué no compró Big Machine Records? Muy simple, no la dejaron.

El abogado de Swift, Don Passman, dió una declaración que ha sorprendido a más de uno. En parte porque el abogado nunca declara nada sobre sus clientes, prefiere mantenerse al margen, y por otra parte por lo que dijo:

 

Scott Borchetta nunca le dio a Taylor Swift la oportunidad de comprar a sus master recording, o la label, directamente con un cheque en la forma en que aparentemente está haciendo con otros.

 

Así que la pregunta es, ¿por qué no la dejaron? El trato fue de 300 millones de dólares, un valor que está basado en gran parte por la discografía de Swift, un trato que bien pudo cubrir la cantante.

Según Scott Borchetta, fundador de Big Machine Records, le mandó un mensaje de texto a Swift avisando su decisión de darle la label a Scooter Braun, para mitigar el golpe de Swift al decir que se enteró como el resto del mundo. 

Aunque muchos pueden irse a debatir entre si la cantante lo sabía de antemano, o no, el hecho importante es que no la dejaron comprar la label a pesar de tener el dinero. Para acto seguido, hacer que Justin Bieber suba una foto a su Instagram que es más que una burla, ya que junta a los hombres que le han hecho la vida de cuadritos a últimas fechas.

Más allá de los bandos que se crean y de los artistas que se pronuncien con cada uno, es innegable que el trasfondo del cual tal vez jamás sepamos la verdad, parece más sucio de lo que nos pintan.


En circuloplussanborns.com/, utilizamos cookies para proporcionar y mejorar nuestros servicios.

Esto nos ayuda a ofrecerte la mejor experiencia posible. Al utilizar nuestro sitio, usted acepta usarlos. Aprenda más

Círculo Plus Sanborns