Es increíble lo que hacen los contextos; una canción escrita con la resaca de un romance no correspondido, que medita sobre la dulce intimidad de nuestras inseguridades, se ha transformado, sin aviso, en una premonición de tiempos de confinamiento, reflexión y amores separados por distancias ridículas. Tiempos para enfrentarnos a nosotros mismos, pero sobre todo, para querernos aún y sin poder tocarnos.
En un giro nostálgico, red jesus se juntó con el productor Omar “Narud Ramo” Durán y cocinaron a fuego lento una deliciosa balada-retro, que suena a San Remo, Acapulco, a un cachito de Francia y a donde tú quieras viajar en estos días de encierro.
Vamos a emborracharnos de saudade con este nuevo sencillo que marca el principio del final de un segundo disco que llevará por nombre No hago milagros. El primero bajo el sello mexicano Casete.