La liminalidad del mundo onírico de Sigur Rós
Desde la abstracción del lenguaje sonoro hasta la médula del campo onírico, Sigur Rós acomoda las notas en el pentagrama de tal forma que crea un paralelismo entre el mundo tangible y el inasequible campo del ser. Más allá de un limbo, el grupo islandés genera una brecha entre el espacio y el tiempo: liminalidad.
Todos experimentamos esta sensación entre los límites del sueño. Cuando intentamos dormir atravesamos por esta frontera en la que de un momento a otro dejamos de estar conscientes de la áspera realidad, para aterrizar en el incógnito mundo de los sueños. Una vez que lo logramos, no sabemos qué esperar, porque dejamos de tener control de lo que pensamos y las neuronas de nuestra cabeza comienzan la danza del azar para juntar imágenes y crear historias aleatorias.
“Nos gusta el hecho de que el sueño sigue siendo desafiantemente misterioso; algo que todos hacemos, todos necesitamos hacer, pero nunca podemos entrar completamente. Esta lista de reproducción es un modesto intento de reflejar el viaje de un ciclo de sueño, con sus curvas, estados estables y transiciones naturales", Jónsi, Alex Somers y Paul Corley.
Con esta declaración Sigur Rós, junto con el artista visual Alex Somers y el compositor Paul Corley, lanzaron su nuevo material, disponible ahora en todas las plataformas digitales. La banda islandesa ha demostrado que su trabajo creativo jamás descansa. En lo que va del año han sacado tres materiales distintos: Variations of Darkness, 22° Lunar Halo y una edición conmemorativa de los 20 años de uno de sus discos más importantes en su carrera musical, Ágætis byrjun- A Good Beginning (20th Anniversary Deluxe Edition).
Este 9 de agosto, lanzaron Liminal Sleep (Sueño liminal) con nueve temas para dormir. No se trata de ningún insulto decir esto de la música de una banda, sobre todo cuando la intención de este disco en especial es esa: Transportarnos al campo de la oniria para desafiar el insomnio que nos ocasiona el ruido de la realidad.
Nos hemos convertidos en seres que juegan a ser funambulistas entre la vida y la muerte, pero una muerte metafísica que nos arrastra a un ir y devenir sin propósitos claros. La fatiga de cargar con un mundo en el que la violencia y el odio se están apoderando de nuestros sentidos, no se cura durmiendo. La intención del arte trasciende la literalidad de las cosas, quizá nos falta poner a descansar el alma y vaciar la mente para no caer en el abismo de esta muerte.
Con el característico sonido de la banda y su muy peculiar mezcla entre los sintetizadores y ruidos blancos que atraviesan sus piezas, Liminal Sleep genera atmósferas tranquilizadoras y misteriosas. Jugar con esta palabra: misterio, es lo que hace la banda, divaga entre el sueño y lo tangible. Con toques melodiosos de campanas y más metales, le dan un sonido más onírico. Por supuesto que la armoniosa voz de Jonsi no podía faltar. Con tonalidades que nos elevan al campo sin sombras, el músico nos deleita gracias a su talento en todas las áreas.
A lo largo de sus piezas, nos da la sensación de haber escuchado esto ya una vez, pero a lo lejos, como si se mezclara un recuerdo con algo nuevo. En lo personal, me recordó bastante a su álbum Valtari (2012), en el que también jugaban con esta idea onírica.
Igualmente, en el trabajo independiente del solista de la banda, Jón Þór Birgisson, mejor conocido como Jónsi, celebrará el décimo aniversario de Riceboy Sleeps, trabajo que realizó en conjunto de Alex Somers, músico colega y su compañero de vida. Para celebrarlo darán una gira en Estados Unidos y Canadá, presentando el álbum completo en vivo. Serán acompañados de Robert Ames, quien se encargará de la dirección orquestal y también anunciaron que David Handler apoyó con los arreglos orquestales.
Será la primera vez que este material se presente en su totalidad y en vivo. La gira comenzará en octubre de este año.
Adéntrate en esta frontera y deja que tu cuerpo se suelte a lo alto de este campo sonoro que nos otorga Sigur Rós. Para esto, este nuevo material también me hizo pensar en Pessoa, quién mejor que él para entender esta fatiga del mundo:
No, cansancio no es…
Es que yo esté existiendo
y también el mundo,
con todo lo que contiene,
con todo lo que en él se desdobla
y que es por fin lo mismo variado en copias iguales.
[...]
Lo confieso: es cansancio.