Las bibliotecas de nuestras mentes nunca son estáticas, como las de nuestras habitaciones reales. Casi siempre son engañosas, o deberían serlo, piensa en los libros que has prestado y jamás volvieron. Por lo general, uno presta aquellos libros que más aprecia, y muy pocas veces regresan. Por eso es que nuestros estantes no siempre dicen la verdad. 

Más allá de eso, los libros son esta extensión de nuestra imaginación, como decía Borges. El espacio en donde diversos mundos se construyen, y aunque se trate de ficción, la realidad siempre estará plegada entre sus páginas e historias, tal y como apuntaba Kafka. No importa el género, los libros serán siempre amigos del conocimiento y la creatividad. 

En el marco del Día Internacional del Libro, celebrado cada 23 de abril, por ser la fecha en la que Cervantes, máxima figura en la literatura, cumplía años, recordamos la importancia de estos objetos como armas contra guerras y desigualdades en todo el planeta. 

Después de que la pandemia tambaleara todo el escenario del mundo, desde distintos puntos, el de la educación sigue pendiendo de un hilo. Por eso, ahora más que nunca, conmemorar los libros es sembrar esperanza e imaginación para los habitantes de la Tierra.

Por eso tampoco podemos pasar por alto la lista de finalistas del Booker Prize, que, de hecho, está encabezada por libros que van mucho más allá de la ficción. Desde una narrativa de la memoria familiar, como la de Maria Stepanova, hasta los ensayos históricos de Éric Vuillard, este año se ha colocado en la mira de relatos enteramente versátiles y veraces. 

Además, en esta edición el premio se ha distinguido por predominar a autores franceses, como son el caso de Éric Vuillard y David Diop, quienes compiten por el aclamado premio de literatura traducida.  

Se trata de un premio que se otorga cada año al mejor libro traducido al inglés y publicado en Gran Bretaña o Irlanda, es, posiblemente, el premio más importante en el mundo de la literatura. En ediciones anteriores, reconocemos a figuras de las letras como Marieke Lucas Rijneveld con The Discomfort of Evening, traducida por Michele Hutchison. Igualmente, nos encontramos con Olga Tokarczuk con Flights y traducido por Jennifer Croft. 

En la shortlist de este año, nos encontramos a autores y traductores de grande talla como David Diop, Anna Moschovakis, Mariana Enríquez, Megan McDowell, Benjamin Labatut, Adrian Nathan West, Olga Ravn, Martin Aitken, Maria Stepano, Sasha Dugdale, Éric Vuillard y Mark Polizzotti. 

Asimismo, los títulos nominados son In The Memory Of Memory de Stepanova, When We Cease to Understand the World de Labatut, The Danger Of Smoking In Bed de Mariana Enríquez y The Employees de Olga Ravn. 

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