Miley Cyrus es una de las pocas artistas que ha vivido más de una vida, claro que no sólo hablamos de “lo mejor de los dos mundos”, Hannah Montana, sino desde que salió de Disney, ha pasado por una vorágine de “eras” tan distintas entre sí.
Con seis LPs en su carrera, pasó de ser la chica Disney que le habla a sus fans sobre nunca rendirse y regresar a sus orígenes, a la continuación con el LP Can’t Be Tamed (2010), el cual fue más bien un fracaso. Lo que requería un cambio abrupto.
¿Quién no recuerda este icónico performance? En este momento, Miley fue odiada y amada a montones, lo que en términos de fama daba igual, ya que sólo significaba algo: todos hablaban de ella. Lo que se traduce en dinero.
Y todo fue gracias a un solo hombre: el visionario Larry Rudolph.
En marzo de 2013, Cyrus lo contrató como su manager personal, en agosto del mismo año ocurrió la polémica presentación en los VMAs, y un par de días después salió a la luz “Wrecking Ball”, hasta el momento, el único #1 de la cantante estadounidense.
Y fue así con la simple fórmula de la polémica, Miley, su lengua, desnuda encima de una bola de demolición, estaba en todos lados. Un método que a Rudolph ya le había funcionado con Britney Spears, otra de sus creaciones.
Corría el año de 2003 y Spears se tomó un descanso de un par de meses, antes de regresar con una presentación en los VMAs con Madonna y Christina Aguilera. Sí, adivinaron, el icónico beso entre la Princesa y la Reina del pop, poco después fue lanzado su cuarto álbum de estudio, In The Zone.
En este vemos morir a la niña con exitazos como “Toxic” y "Me Against the Music".
Así pues, esta era híper sexualizada de Cyrus no sólo se quedó en Bangerz, sino que trató de continuar en el siguiente álbum, Miley Cyrus & Her Dead Petz (2015), el cual está conformado por nada más y nada menos que 23 canciones. Un álbum psicodélico con una notable colaboración de Flaming Lips y de acceso gratuito en Soundcloud; tal vez fue este movimiento el que hizo que pasara sin pena ni gloria.
En 2017, después de que su anterior álbum no tuviera gran revuelo, llegó Younger Now un fracaso en toda la extensión de la palabra.
Hubo un cambio rotundo en el estilo, un regreso a sus raíces country, al pop puro, dejó atrás el hip-hop y un aura de tranquilidad se podía ver en su primer single, “Malibu”. En realidad, el único destello luminoso de Younger Now.
“Malibu” llegó al #10 en el Hot 100 de Billboard, y de ahí en fuera, su quinto álbum fue un estruendoso fiasco, con sólo 33 mil copias vendidas mundialmente. Literalmente uno de los peores álbumes de 2017.
Lo bueno es que la industria musical olvida rápido, así que después de que se refugió literalmente en Malibú tratando de salir del ojo público (las casualidades hicieron que no sólo quedara en un intento, su casa quedó reducida a cenizas y al poco tiempo se casó con su actual esposo, Liam Hemsworth) y fue como nació la idea de She is Miley Cyrus.
Este nuevo proyecto estará compuesto por tres EPs y el primero ya ha sido lanzado, She is Coming. Con una duración de menos de 20 minutos, estas seis canciones han sido de lo más interesante y sincero que hemos escuchado de Miley Cyrus en mucho tiempo. El cual fue promocionado con la cantante comiendo de forma lasciva diversas frutas.
En estas 6 canciones están albergadas las eras por las que ha estado transitando Cyrus desde que dejó de ser Hannah Montana, desde un pop electrónico, hasta un rap polémico (con frases como “Te amo, Nicky, pero escucho a Cardi”), pasando por un R&B bien cimentado y terminando con una canción que parece hermana rítmicamente de “The Climb”, una bonita balada country-pop sobre un amor complejo.
Por este EP desfilan raperos como Ghostface Killiah, Swae Lee, Mike Will Made It y RuPaul.
Todos en diversas canciones y ritmos que conforman este ecléctico EP, el cual da buen pie y esperanza al proyecto She is Miley Cyrus.
Definitivamente uno de los destellos más potentes está en “Party Up The Street”, la cual canta con Swae Lee. Las voces de estos dos artistas encajan a la perfección, creando una canción dulce con sintetizadores e instrumentos de cuerdas, la cual es una oda a las fiestas en casa.
En definitiva podemos hablar de una era más madura, sincera y sintetizada de todas las Mileys que hemos visto a desde que tenía 13 años.
Un dato curioso, es que Cyrus volverá a sus inicios como actriz, esta vez en Black Mirror, en un capítulo en el que volverá a interpretar a una estrella de pop (como en Hannah Montana), pero con los retorcidos giros de tuerca por los que es bien conocida la serie. El cual saldrá a la luz el 5 de junio.