¿Qué es la ciencia ficción si no un reflejo grandilocuente de la realidad? Más allá de cualquier visión futurista, el género busca contraponer escenarios reales dentro de una narrativa en la que la tecnología y demás formas de pensamiento se sostienen en un punto hiperbólico. Sin embargo, hablar del futuro no es otra cosa más que hablar del presente con esperanza. 

Las líneas imaginarias que dividen la realidad de la ficción suelen ser tan sutiles, que el espectador pacta para entrar al mundo que rebasa toda lógica y sentido común de nuestro propio entorno, para empezar a creer y entender lo que sucede en este universo imaginario que se le propone. 

Para lograr que los espectadores crean lo que ven, es necesario aterrizar los paralelismos ficticios en la verosimilitud de las cosas. Que lo fantástico y lo asombroso de un escenario, no nos haga dudar de su veracidad. Se trata de un juego en el que todas las  partes involucradas se comprometen para la construcción de una historia, por muy “alocada” que aparezca (para  fines prácticos), termine por convertirse en una trama real y profunda. 

En este sentido, pensamos en las múltiples historias que hemos visto en televisión o plataformas de streaming y comprobamos la funcionalidad de esto, si la narrativa, construcción de personajes, efectos visuales y demás elementos no hubieran sido veraces, definitivamente series como Game Of Thrones y similares jamás hubieran tenido el éxito que tienen. 

Aunque no se trate todo únicamente de los efectos visuales, pues nadie podría decir que las películas viejitas de Star Wars (por nombrar un ejemplo) no son verosímiles por sus antiguos métodos de efectos visuales, es verdad que sí representan un apoyo de peso.

De laboratorios a la trama narrativa  

El género de la ciencia ficción se mezcla con su materia prima: la ciencia. Al entablar un diálogo horizontal entre ambos (ciencia y ficción) las posibilidades se ramifican en posibilidades casi infinitas. 

Los escenarios son muchos, y uno de los favoritos del género son los que tienen que ver con el espacio. Es por eso que la nueva serie de Disney Plus, Among The Stars, es una de las nuevas sensaciones de las que hay que hablar.  

No se trata de una serie de ciencia ficción, es más una producción que muestra todo el detrás de escenas del viaje espacial de un astronauta. Además, lo hace bajo la promesa de ofrecer “un nuevo y raro punto de vista que la NASA aún no ha mostrado”.

Among The Stars es una serie documental que nos presenta al capitán Chris Cassidy y cómo se embarca en una misión final a la Estación Espacial Internacional (ISS). Con imágenes cercanas, diarios de videos personales y filmaciones en livestream, tanto en nuestro planeta, como fuera de él. 

Esta nueva serie muestra la importancia de cómo el equipo de ingenieros controladores de vuelo y especialistas, emprenden misiones peligrosas y, sin duda, inspiradoras para el bien común de la humanidad.

Veremos todas las etapas, incluidos éxitos y fracasos de los equipos, durante dos años con un total acceso al detrás de cámaras de la misión de la NASA que tiene como propósito reparar un experimento científico de dos millones de dólares: Espectrómetro Magnético Alfa (AMS, acrónimo en inglés), dispositivo encargado de capturar información que pueda revelar los orígenes del universo. 

No se trata de una misión sencilla, pues para hacerlo el equipo debe emprender una serie de complejas caminatas espaciales que representan peligros mortales. Los desafíos de exploración en medio de la misión son, en realidad, toda la trama central de esta nueva serie. 

La ciencia ficción es fascinante, y como muchos suelen decir, la realidad supera a la ficción, es indescriptible ver cómo es que muchos de nuestros avances nos están acercando cada día más a aquellas típicas ficciones que antes leíamos o mirábamos en el cine. Sin embargo, mientras, la realidad no supere del todo a estas ficciones, es un hecho que ver más de cerca en escenas reales al espacio y al ser humano mismo fuera de planeta, es un referente importante para continuar en este anhelo por la exploración. 

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