Se cumplen cien años del nacimiento de Astor Piazzolla (1921-1992), “el gran Astor”, quien es recordado como uno de los mejores músicos de tango del siglo XX, por su estilo innovador y experimental en el género.
Nació en Mar del Plata, Argentina, un día como hoy, pero de 1921, pero pasó buena parte de su infancia en Nueva York, donde su padre le regaló su primer bandoneón. Con apenas 14 años de edad participó junto a Carlos Gardel (1890-1935) en la cinta El día que me quieras (John Reinhardt, 1935), la penúltima película antes de que el más conocido representante del tango en la historia falleciera en un accidente de avión.
Pero nadie sabía que el niño que interpretó al vendedor de periódicos en la película, se convertiría en uno de los más grandes compositores argentinos, así como un renovador de la historia del tango.
Piazzolla introdujo en el género del tango innovaciones rítmicas y armónicas que, al menos al principio, le ganaron la enemistad de los puristas. Y es que podrían cambiar los presidentes, los obispos, los jugadores de futbol. Pero el tango, ¡jamás!
Los puristas del tango estaban horrorizados. Todavía hoy constituye un tema de discusión para los porteños el dirimir si la música de Piazzolla es o no tango, algo similar con el eterno contencioso futbolístico entre seguidores de River Plate y Boca Juniors. Las raíces tangueras son claras, como lo es también que los tangos de Piazzolla no se pueden bailar, al menos no como tangos tradicionales.
Sin embargo, el compositor no se preocupaba de los bailarines, escribía pasajes que complicaban la marcación de los cuatro tiempos del tango. Sin embargo, su música está actualmente presente en los escenarios del mundo entero, como base para coreografías que concilian la vanguardia, la experimentación y la búsqueda de la autenticidad y la visceralidad del elemento porteño.
Su sueño de componer una ópera tanguera nunca llegó a cumplirse. Pero dejó un legado y una obra musical de más de 300 tangos y 50 bandas sonoras. En una entrevista, Piazzolla dijo: “Tengo una ilusión: que mi obra se escuche en el 2020. Y en el 3000... A veces estoy seguro, porque la música que hago es diferente. Porque en 1955 empezó a morir un tipo de tango para que naciera otro, y en la partida de nacimiento está mi Octeto Buenos Aires (conjunto formado por Astor en 1956).”
“Somos muchos los que queremos cambiar el tango, pero estos señores que me atacan no lo entienden ni lo van a entender jamás”, replicó Astor Piazzolla durante una entrevista en Buenos Aires en 1954. Años después, el tango de Piazzolla ha logrado el milagro de la universalidad, gracias a una renovación a la que los ortodoxos tildaron de asesinato.
Es homenajeado en todo el mundo, y también a 12.257 kilómetros de su Mar del Plata natal, en la ciudad alemana de Colonia. La orquesta de la radio y televisión pública WDR dará un concierto único, con músicos argentinos especialmente invitados y arreglos exclusivos para la ocasión.
Magistralmente interpretados, podrán escucharse, entre otros, "Chiquilín de Bachín”, "Libertango, "Triunfal”, "Soledad”, y, cómo no, "Adiós, Nonino”, el célebre tema compuesto por Piazzolla tras enterarse de la muerte de su padre.
Con todo, atento a los nuevos tiempos y fiel al principio de creatividad musical, Piazzolla logró, finalmente, el respeto y la admiración de la sociedad argentina y del mundo.
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