Este día se anunció que el álbum perdido de David Bowie, Toy, de 2001, recibirá un lanzamiento oficial. El trabajo inédito mezcla canciones nunca estrenadas antes con versiones alternativas de temas menos conocidos del llamado Thin White Duke, editados entre 1964 y 1971.

Grabado en Manhattan, Toy reelabora canciones tan disímiles del músico como una acreditada a Davie Jones & the King Bees: “Liza Jane”, junto a nuevas mezclas de temas como “Silly Boy Blue” de su LP homónimo de 1967.

La idea del álbum nació en 1999, cuando Bowie interpretó “Can’t Help Thinking About Me” por primera vez en 30 años para un episodio de VH1 Storytellers. Esto lo motivó a producir el material pensando en los estilos de la vieja escuela, es decir, grabando los temas en vivo en el estudio junto a los músicos que lo acompañaron en la edición 2000 de Glastonbury, registro en vivo que se comercializa por su cuenta. Mejor todavía, Bowie quería lanzar Toy por sorpresa cuando esta práctica no era habitual.

Y no sucedió. En 2001 Bowie participó en una charla virtual y un fan le preguntó sobre Toy, a lo que respondió: “Veo que EMI / Virgin (sus disqueras en ese momento) parecen tener muchos conflictos de programación este año, lo cual ha dejado mucho en un segundo plano. Toy está terminado y listo para funcionar y haré un anuncio tan pronto como tenga una fecha muy real”. El plan no fructificó y con la negativa de la disquera por comercializar el álbum, el artista se sintió menospreciado, según las palabras de uno de sus grandes colaboradores, Tony Visconti. El músico mejor se concentró en la crianza de su hija recién nacida, Alexandria Zahra, firmó contrato con Columbia Records y lanzó Heathen en 2002.

Portada tentativa

Casi una década después, en 2011 se conoció una versión filtrada del material, pero hoy Warner Music Group (que negoció las licencias con los herederos de Bowie) anunció que lo incluiría en el box set Brilliant Adventure (1992-2001), a lanzarse el 26 de noviembre 2021, dentro de la colección de reediciones y boxsets póstumos.

Bowie nos regaló una amplia oferta de clásicos en una variedad de estilos que acercaron al rock a nuevos terrenos de exploración sonora y escénica. Construyó una carrera imposible de igualar, con rigor, talento, dedicación, experimentación y, claro, juego, uno de los motivadores creativos principales en la vida.

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