Casi como si tuviera que ver con la spooky season, la temporada escorpión llega vestida de negro, en botas punketas y una luz violeta detrás para simbrar nuestros días. Una paleta de colores asociada con los villanos de las películas, con la subcultura y el punk anarquista que nos traslada a la adolescencia. Escorpio es un signo difícil, pero no por eso malvado. 

Aun si no sabes mucho de astrología, seguramente has notado que cada que alguien menciona ser nativo de este signo casi siempre la reacción es de alerta, como si un: “Uy, qué miedo” saliera de su mirada o lenguaje corporal. 

Se ha creado toda una mitificación negativa alrededor de este signo, pero tampoco podemos ser tan injustos con ellos, pues de hecho grandes figuras a lo largo de la historia han destacado positiva y significativamente para la humanidad. 

Aunque su elemento es el agua, no hablamos del agua calma que representa cáncer o el océano inmenso que es piscis; escorpio es el agua de los pantanos y ciénegas, un signo de instintos inconscientes y la violencia reprimida. Igualmente, es un signo intuitivo, apasionado, posesivo y celoso, pero con una entrega noble y fiel al momento de abrir su corazón. 

En los territorios de la amistad es sincero, se entrega en cuerpo y alma a los afectos, pero ojo con defraudarlo, pues es verdad que el rencor y la sed de venganza los suele dominar en estos escenarios. 

En esta ocasión, hablemos de los libros que si fueran un signo, definitivamente serían escorpión. Sobre todo por su esencia grandilocuente, detectivesca y apasionada que destellan los nativos de este signo. 

La reina del sur, de Arturo Pérez-Reverte

Los escorpiones son apasionados, y por lo mismo cuando han sido defraudados por alguien de manera significativamente, no descansarán hasta encontrar justicia, por no decir venganza. Esta novela de Pérez-Reverte es, sin duda, excepcional en el tema. Con una narración pulcra, seguimos Teresa Mendoza en todo un recorrido de personaje en el que vemos como de la inocencia e ingenuidad, se convierte  en la líder más grande (en el narcotráfico) del Sur de España. 

“Teresa Mendoza, una chica mexicana, nacida en Sinaloa, que de vida o muerte se traslada a vivir a España, donde se envuelve en las redes del contrabando y narcotráfico”. 

El complot Mongol, de Rafael Bernal

En el tono de una novela detectivesca y policial, esta novela del escritor mexicano, Rafael Bernal, es la opción ideal. 

“Filiberto García, típico matón y antiguo verdugo de un general villista, tiene que terciar con el FBI y la KGB para desmantelar una intriga contra la paz mundial que se anida en la calle de Dolores de la Ciudad de México, el acriollado y mediocre barrio chino de la capital del país”. 

El vizconde demediado, de Italo Calvino

Los nativos de este signo también se distinguen en su dualidad, mientras existe una parte de ellos que tiene una sed de venganza y desenfreno, existe una parte completamente leal y entregada. Italo Calvino describe esa cualidad perfectamente en esta entrañable ficción. 

“En el siglo XVII, el vizconde Medardo de Terralba y su escudero Curzio marchan por la llanura de Bohemia para unirse al ejército cristiano para luchar contra los turcos…pau El vizconde continúa luchando a pie pero es partido en dos por una bala de cañón que lo golpea en el medio del pecho”.

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