Probablemente estés familiarizado con Sabrina Spellman gracias a Sabrina the Teenage Witch, la comedia de la década de los años 90 protagonizada por Melissa Joan Hart (el programa fue lanzado en 1996 y concluido en 2003 con un total de siete temporadas). 

Aquella bruja tenía que lidiar con el bullying escolar, tías cool, un gato sarcástico y de humor negro, y los problemas de los adolescentes comunes y corrientes mientras intentaba controlar sus nuevos poderes y aprender las reglas de la magia. La serie original era una comedia ligera y divertida, presentaba a las brujas como hombres y mujeres que usaban sus poderes para el bien, no tenían ninguna relación con “el señor oscuro” (o sea el diablo) y cruzaban entre los dos mundos a través de sus clósets. Nada grave y nada aterrador, pero mucho de eso cambió en 2018 con la nueva serie El mundo oculto de Sabrina de Netflix, protagonizada por Kiernan Shipka, que es extremadamente diferente. Esta Sabrina es un drama adolescente a modo de historia de terror; es un espectáculo nebuloso que ofrece miedos genuinos extraídos de la manía del pánico satánico de los años 80.  

Esta nueva versión está inspirada en los cómics originales, que son más oscuros de lo que 

pensábamos con la serie de los años 90. Los poderes de Sabrina, y el resto de las brujas, vienen directo del infierno, tiene que firmar sus nombres en el “libro de la Bestia”, prácticamente cediéndole su alma al mismísimo “patas de cabra” o sea Satanás, hacen magia negra, maldicen a sus enemigos y, básicamente, viven vidas oscuras y retorcidas alejadas, lo más posible, del mundo mortal. 

De esta forma podemos ver fantasmas, posesiones satánicas, demonios, brujas malvadas y tres hermanas psicópatas que son solo parte de lo que hace a esta Sabrina bastante diferente. Probablemente el mayor cambio radica en Salem quien no es un gatito parlanchín, sino un demonio del bosque que acepta proteger a Sabrina de todo mal.

Es importante mencionar que el origen del personaje nos remonta al año 1962, cuando apareció dentro de uno de los cómics de Archie, específicamente en Archie’s Mad House #22. Durante el tiempo que apareció en la publicación del famoso pelirrojo, Sabrina fue presentada como una bruja que usaba sus poderes para seducir a los chicos del instituto y desquitarse de las chicas a las que consideraba sus enemigas. Su popularidad aumentó hasta el punto en el que se convirtió en la protagonista de su propio cómic cuyo título fue Sabrina The Teen-Age Witch, nombre con el que hasta ahora es recordada. La metamorfosis de Sabrina ha tenido su lugar por varios medios, entre los que se incluyen historietas, películas animadas y series, así que te recomendamos ver El mundo oculto de Sabrina sin tratar de recordar la serie de los años 90 pues no encontrarás nada de esa serie aquí, pero no la dejes de ver, porque será muy entretenida por toda la historia y los giros que llega a tener. 

Tras el éxito de la primera temporada, en 2019 llegaría una segunda y ahora se encuentran por estrenar una tercera en la que Sabrina está dispuesta a bajar al infierno por su amor adolescente. 

Entendemos si aún no has llegado al final de la segunda temporada y por esa razón no diremos ningún spoiler. La tercera temporada contará con 8 capítulos de los que aún no conocemos el título. Lo que sí sabemos es que se estrenará el próximo 24 de enero. Lo sabemos ya que mediante el anuncio de la fecha de estreno lo acompaña un video, muy corto, donde vemos a Sabrina enfundada en una enorme capa roja y envuelta en tinieblas mientras una voz siniestra susurraba "welcome to Hell”, es decir, “bienvenida al infierno”. 

Sin duda, esta próxima temporada promete ser más oscura que las anteriores. Para despejar algunas dudas te dejamos con un trailer poco convencional, ya que mediante unos acordes y buena dosis de rock, Netflix aumenta la expectación –y el desconcierto– con un video musical protagonizado por los principales actores. Tanto la canción como el video contiene un sinfín de pistas con las que ir formulando teorías mientras esperamos a que se estrene en las pantallas.