Si algo hemos aprendido entre el tedio y la híper conciencia sobre la salud, es que cuidar de nuestra piel es fundamental. Y es una piel sana es el reflejo de un cuerpo sano, y muchas veces, no es que estemos enfermos, sino que no cuidamos propiamente nuestra piel ni con los productos correctos.
Y el primer paso para cuidarla bien es saber qué tipo de piel tenemos, ya sea grasa, seca o mixta con tendencia a seca o grasa; la cual se puede notar en la zona T de nuestro rostro, frente, nariz, barbilla y mejillas.
La piel grasa, por ejemplo, tiene un tono más brilloso en la zona T del rostro, normalmente, las personas que tienen este tipo de piel, tienen más vello, tez más oscura y una piel más gruesa. Mientras que aquellos con una piel más seca o seca a mixta son personas más rubias, con piel mucho más blanca y tienen menos vello en el cuerpo.
Así que teniendo este punto entendido, hablemos de las rutinas de belleza idóneas para cada tipo de piel.
Piel grasa o mixta a grasa
Si este es tu tipo de piel, debes tener una rutina de belleza de mañana y noche, basada en 3 pasos básicos.
En la mañana, aplica un limpiador facial (o agua simple y tibia) para eliminar el exceso de grasa sobre la piel, seguido de unos masajes con hielo sobre la zona T para sellar los poros y así evitar la sensibilidad de la piel ante los productos que se apliquen después. La piel grasa necesita también de un tónico que sirve como astringente, como el de rosas, árbol del té, romeo o cedro, y por último, aplicar un bloqueador solar que nos proteja de las temidas manchas y que hidrate tu piel.
En pieles grasas, por el exceso de sebo en ellas, es preferible no aplicar aceites esenciales, como aceite de coco, oliva o de almendras.
La rutina por la noche, se recomienda un limpiador facial, una mascarilla de arcilla, dos o tres veces por semana, y una crema de ácido hialurónico para prevenir arrugas y nutrir la piel a profundidad.
Piel seca o mixta a seca
Por las mañanas, es recomendable aplicar un limpiador para brindar humectación a tu rostro, seguido de un poco de masajes con hielo sobre él; para provocar un efecto tensor. Ahora bien, si deseas puedes no enjuagar el limpiador o leche limpiadora de tu rostro; y así sentir la piel mucho más suave. Lo que sigue a esto es nutrir tu piel con una crema y confiar en un protector solar de factor 50.
En la noche, estas pieles requieren de una limpieza a base de una leche humectante de aceite de almendras y rosas, una mascarilla, mientras más aceitosa mejor, y se recomienda usarla de 2 a 3 veces por semana, luego de enjuagar; se aplica un mist para tonificar la piel, seguido de un serum y una crema nutritiva.
Encuentra los mejores productos cosméticos para una piel radiante, sólo en Sanborns al dar click AQUÍ.
FOTO: Adobe Stock