Hay una serie de celebridades que por diversas razones, siempre son catalogadas por las polémicas en las que se ven envueltas antes que por lo que hacen. No hablamos de celebridades que son famosas por ser famosas, sino de artistas que hacen algo más que estar en los tabloides amarillistas. Como es el caso de Miley Cyrus, Demi Lovato o Camila Cabello.
Después de una tormentosa salida del grupo que la vio nacer, Fifth Harmony, y la pelea mediática que siguió para darle impulso a la carrera de Cabello, y darle una muerte digna al grupo incompleto, terminó por poner a la cubana en medio de la conversación por algo que no era su música.
A pesar de que ha sido la reina de las canciones veraniegas desde 2017, Cabello se ha mantenido en la conversación por lo que dice, con quién sale o qué hace, a pesar de que su personalidad es tranquila y prefiere pasar sus vacaciones en su casa de Miami abrazando a su hermana menor o viendo películas románticas serie B.
Pero para bien o para mal, el temperamento tranquilo de Camila hizo que después de su gira mundial se refugiara del bombardeo mediático en casa, y como es bien sabido, tampoco suele utilizar redes sociales ya que desata su ansiedad. Por lo que fueron meses de silencio, lo que en estos tiempos en la industria de la música implica años, y en consecuencia, olvido.
Así que la mejor forma que encontraron para reactivar su carrera fue crear una relación con el otro niño bonito y tranquilo de la industria: Shawn Mendes. Una relación tan sacada de la chistera, que muchos medios importantes como Paper Magazine se mofaban de ella. Lo que claramente sólo ha hecho que todo el mundo, hablara al respecto, para bien o para mal, eso no importa ya que los números hablan más.
“Señorita” es una canción que parece mediocre con más de cinco compositores, pero con un coro pegajoso, a pesar de que ni siquiera cuidaron el hecho de que a Mendes también le gusta que lo llamen “señorita”.
Sea como sea, el video venía cargado de imágenes eróticas que enloquecieron a todo el mundo y se conviritió en el video musical con más likes de 2019; le dio a Mendes su primer #1 en el Hot 100 de Billboard; y nos dio a todos los observadores momentos bastante incómodos que daban pena ajena, pero aún así, había miles de clicks en las notas sobre la “pareja del año”.
Y claro que este acierto hizo que todos recordaran quién era Camila Cabello, pero ahora pegada a su “novio”. Algo que tal vez no lo vieron venir sus representantes, porque Mendes es mencionado de una forma u otra dentro de las reseñas sobre el esperado Romance.
Falta poco para que algún titular en negritas diga sin pudor, “La novia de Shawn Mendes estrenó nuevo álbum”.
Lo cierto es que la mayor parte de estas críticas, después del “necesario” paso por la supuesta relación entre estas promesas del pop, poco se refieren al álbum y a la calidad del mismo. También es cierto que a pesar de tener grandes nombres como productores y compositores, Romance no termina de ser distinto, ni termina de darnos algo más que un uso innecesario de sintetizadores sin más que distorsionar la voz de Cabello, sin ninguna exploración de por medio.
La calificación media de los críticos para Romance es que es un álbum mediocre que a duras penas “pasa de panzazo”, con una calificación de 6. Algunos les molestó demasiado la parte mediática, que parece que emularon de Taylor Swift, en el que crearon un álbum para que los fans tuvieran acaloradas discusiones en Twitter de para quién es cada parte de las canciones, lo que decantó en calificaciones de 2 estrellas sobre 5.
Sea como sea, sin duda este álbum sigue sin ser un puntero del pop, cumple pero termina por cansar, tal vez poner 14 canciones no fue lo más acertado, y sobre todo, repetir temáticas en cada una de ellas. Lo cierto es que Camila Cabello no brilla en sus LPs, sino en los singles, lo que la ha llevado a ser una hit-wonder, que no termina de trascender a un trabajo consistente e innovador de largo aliento.
Al final, los fans son los que opinarán y harán de este álbum un fracaso o un éxito, como ocurre con la mayoría de los LPs del pop.