Un día como hoy, pero hace 67 años, nacía en Santiago de Chile, Roberto Bolaño, escritor que se convertiría en la voz de una decena de poetas que miraban y vivían el mundo desde las alcantarillas del opulento mundo literario que se vivía en México en las décadas de los 70, 80 y 90.
“Uno nunca termina de leer, aunque los libros se acaben, de la misma manera que uno nunca termina de vivir, aunque la muerte sea un hecho cierto”, mencionaba Bolaño en aquel cuento llamado “Putas asesinas”, publicado dos años antes de su deceso en 2003.
No cabe duda, que tal cual él lo anunciaba en una de sus más afamadas novelas, Los detectives salvajes, los poetas son una clase de profetas. Aquellos que advierten lo que está por suceder, o de lo que va lo que nos está sucediendo. Queda claro que Bolaño, aquel escritor chileno que vivió gran parte de su vida en la Ciudad de México, miraba más allá de lo que las imágenes, anécdotas y escenas de la vida cotidiana tenían que ofrecer a simple vista.
La mayor parte de su obra es un retrato de cómo vivió gran parte de sus años, como también una crítica al mundo literario de ese entonces. Cuando uno intenta definir lo que la literatura significa, no se limita a lo que albergan las páginas o las historias de aquellos libros. Roberto Bolaño es un ejemplo perfecto a lo que intento decir. Bolaño encarnó el abstracto concepto de lo que significa la literatura en la experiencia propia, trascendió el viaje que uno supone cuando abre un libro a la metaficción de la realidad y sus aristas poéticas y literarias de la vida cotidiana.
El universo que dejó en sus páginas de libros tan conocidos como Los detectives salvajes, 2666, y la breve novela Estrella distante, figuran en los primeros 15 lugares de la lista confeccionada en 2007 por 81 escritores y críticos latinoamericanos y españoles, con los mejores 100 libros en lengua castellana de los últimos 25 años.
Su éxito trascendió el idioma y fue traducido en inglés, francés, alemán, italiano y hasta en neerlandés. Incluso, al momento de su muerte ya contaba con 37 contratos de publicación en 10 países. Póstumamente esta lista creció para ir a países como Estados Unidos y ascendió a 50 contratos y 49 traducciones en 12 países más.
En lo que sería su cumpleaños 67, conmemoramos al poeta chileno con el top 3 de los libros que más enmarcan su obra y que son indispensables en el librero de nuestra mente.
Los detectives salvajes
Un clásico de la obra de Bolaño, uno que te convertirá en un saqueador de libros y un poeta infrarrealista. Al leerlo, quizá más recomendado en la adolescencia, vivirás las angustias y oscuridades que albergan en la cabeza de un poeta.
“Arturo Belano y Ulises Lima, los detectives salvajes, salen a buscar las huellas de Cesárea Tinajero, la misteriosa escritora desaparecida en México en los años inmediatamente posteriores a la Revolución, y esa búsqueda –el viaje y sus consecuencias– se prolonga durante veinte años, desde 1976 hasta 1996, el tiempo canónico de cualquier errancia, bifurcándose a través de múltiples personajes y continentes, en una novela en donde hay de todo: Amores y muertes, asesinatos y fugas turísticas, manicomios y universidades, desapariciones y apariciones.”
Amuleto
Una breve novela sobre la mítica historia de una poeta uruguaya que se quedó atrapada en los baños de la Universidad Autónoma de México durante el ataque hacia los estudiantes de 1968. Sin duda, su ágil prosa y su visión literaria de las cosas, te atraparan al instante que comiences a leer.
Putas asesinas
En esta compilación de 13 cuentos, Bolaño narra diversas historias, siendo el último narrado por el alter ego del poeta, Arturo Belano, a quien ya conocemos de Los detectives salvajes.