Final Fantasy VII Remake ha llegado y su lanzamiento ha ocasionado una tempestad de opiniones, calificaciones de todo tipo y, por supuesto, una oleada de nostalgia que merece uno de los juegos más importantes de la historia.
Ahora, si vamos a ponernos a señalar los aciertos de Final Fantasy VII tenemos que empezar por su historia. En ella se unió la creatividad de genios como Kazuhige Nojima, Tetsuya Nomura, Hironobu Sakaguchi y Yoshinori Kitase para trasladarnos a un entorno con un conflicto enorme que se lleva a cabo en un mundo donde la gente está llena de miedos por la poca sustentabilidad de un sistema que ha creado enormes brechas sociales y que día a día está consumiendo al planeta.
A lo largo de los años, hemos visto un puñado de intentos de volver a visitar el mundo de Midgar, desde la película animada Advent Children (Tetsuya Nomura), hasta productos derivados de videojuegos como Dirge of Cerberus (videojuego publicado en 2006). A pesar de que todos son esfuerzos decentes, ninguno ha logrado agregar algo que valga la pena al legado original del juego.
Por más de una década la comunidad gamer y geek se ilusionó por un posible remake del clásico juego para PlayStation. En ese tiempo, Square Enix (compañía japonesa de videojuegos) se encargó de mostrarle a todos lo glorioso que podía llegar a ser una nueva versión de esta historia.
Final Fantasy es considerado como el RPG (juego de rol) japonés más importante en la historia por su impacto y consecuencias. ¿Está justificado el remake?
Es casi redundante hablar de gráficos en juegos de gran presupuesto en estos días; todo se ve increíble y Final Fantasy VII Remake ciertamente no es una excepción. Los modelos de personajes para el reparto principal son fantásticamente realistas tanto en escenas como en juegos. Ya sea por los poros de la piel de Cloud, las cicatrices faciales de Barrett o los brillantes ojos marrón de Tifa, todo parece fotorrealista, a pesar de que los diseños sean estilo anime.
Midgar en sí también ha sido traído a la vida con impresionantes detalles. En el original de 1997 solo nos dieron una idea del mundo a través de escenas y fondos estáticos. Aquí vemos la ciudad distópica totalmente realizada.
Quizás la mayor desviación del original está en el combate del juego. El combate por turnos se ha eliminado casi por completo en favor de un estilo más basado en la acción. Los encuentros aleatorios desaparecen y las batallas se desencadenan cuando Cloud se acerca a un enemigo. En este punto, Cloud y cualquier otro miembro del grupo nos muestran sus armas.
Las batallas se libran en tiempo real y el jugador tiene control sobre un miembro del grupo a la vez. Sus peleas están diseñadas para que te sientas parte de ellas moviendo a los personajes por el campo de batalla mientras te acercas y atacas a los enemigos o te alejas para esquivarlos.
El hecho de que Final Fantasy VII Remake sea una reconstrucción más que un simple remake no es algo que se deba ver a la ligera. De hecho, consideramos que es una razón por la que es un juego esencial para quienes probaron su versión original. Sí, incluso para aquellos que lo jugaron tantas veces que se lo saben de memoria.
Lo que queremos decir es que Final Fantasy VII Remake tiene suficientes elementos para emocionar y sorprender incluso a los gaming más veteranos.