En este, su portal de cultura pop de confianza, no somos nada ajenos a las maravillas de la comedia británica, la única que rivaliza en acidez con la mexicana. De los ingleses, podemos mencionar a leyendas como Hugh Laurie y Stephen Fry, Russell Brand, Rowan Atkinson “Mr. Bean”, Spike Milligan, Peter Sellers y, por supuesto, los entrañables Monty Python.

Hoy, hablaremos de uno de los Python, quien hace unas horas dejó este plano terrenal para reunirse con su amigo, Graham Chapman, fallecido hace 30 años. Terry Parry Jones, o Terry Jones (Bahía Colwyn, Gales, Reino Unido) como firmaba su obra, falleció este 21 de enero de 2020, como consecuencia de una demencia avanzada que se diagnosticó en 2016. Su salud se fue deteriorando en los últimos 3 años, al grado de perder el habla o dejar de comer.

Egresado de Oxford con un grado en lengua inglesa, conoció a Michael Palin en el grupo de teatro de la universidad. Posteriormente colaboraría con quienes en el plano colegial eran sus rivales: John Cleese, Graham Chapman y Eric Idle; todos ellos de Cambridge.

Jones inició como guionista, primero en The Frost Report, cuyo protagonista, David Frost, representaba a un titular de noticiero que daba las notas con humor. Cabe mencionar que este mismo comediante entrevistaría a Richard Nixon años después, lo cual quedó plasmado en el filme Frost / Nixon de 2008.

Antes de Python, Jones colaboró con Eric Idle escribiendo para el programa infantil Do not adjust your set con relativo éxito, hasta que el programa llegó a su fin y los 6 cómicos se unieron para dar vida al grupo que los hizo famosos mundialmente.

Pero más allá de lo triste, el mundo del espectáculo lo recuerda con mucha alegría. El segundo miembro no inglés de la compañía (luego de su tocayo Terry Gilliam, estadounidense) entra en la remembranza colectiva gracias a sus papeles de mujer con voz chillona o señora inglesa genérica, que repitió en muchas ocasiones dentro del programa Flying Circus y las películas que filmó junto a sus socios y amigos: The Holy Grail, Life of Brian y The Meaning of Life; así como el gag del pianista desnudo con el que daba entrada a otro sketch.

Después de la separación de Monty, Terry se dedicó a dirigir episodios de series como Young Indiana Jones, documentales históricos (ya que era un gran historiador) y a escribir libros de fábulas infantiles. Como dato curioso, la película Labyrinth de Jim Henson fue escrita sobre un boceto original de Jones, aunque al final quedó poco de su historia dentro del corte final.

A inicios del siglo XXI, también fue columnista para los principales diarios ingleses, donde condenaba enérgicamente el conflicto en Irak y la participación británica en la guerra contra el terrorismo comandada por Tony Blair, lo cual quedó plasmado en el libro La Guerra de Terry Jones contra la Guerra contra el Terror.

En sus últimos años se reunió con los Python restantes en la gira Monty Python Live! (mostly) y en su última película, Absolutely Anything, que además contó con otros grandes como Simon Pegg, Robin Williams y Kate Beckinsale.

En 2017, un año después de su diagnóstico, fue galardonado con el premio BAFTA Cymru para las personalidades galesas. Sin embargo, debido a la enfermedad solo pudo expresar algunas palabras de agradecimiento, aunque sus lágrimas lo dijeron todo.

Hoy, el mundo se despertó sin el genio creativo de uno de los más grandes comediantes. Incluso standuperos mexicanos como Fran Hevia expresaron su pesar, al considerarlo una enorme influencia.

Terry Jones nos deja un hueco en el mundo, nos deja un legado grandísimo en el entretenimiento con todas las temporadas de Monty Python’s Flying Circus y las películas mencionadas arriba, todas disponibles en Netflix. Pero también obras de teatro como “Not the Messiah” y “Spamalot” tienen ese sello de humor que lo caracterizaba y que nos hizo disfrutar la vida, viéndola desde el bright side.

En palabras del maestro Gilliam:

Era un muchacho muy travieso… y lo extrañamos. Terry era alguien lleno de vida. Un ser humano brillante, siempre cuestionador, iconoclasta, con argumentos adecuados y enojado pero increíblemente divertido y generoso… y también, un frecuente dolor en el trasero. No pude haber tenido un mejor amigo. Adiós, Tel

Descanse en paz, Terry Jones.